Seré millones, el mayor golpe a las finanzas de una dictadura

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

El gran golpe

Dirigido a seis manos por Omar Neri, Mónica Simoncini y Fernando Krichmar, Seré millones aborda un hecho auténticamente cinematográfico como el robo a un banco. En este caso, uno real como el realizado al ya extinto Banco Nacional de Desarrollo (BANADE) a comienzos de 1972 por un grupo de militantes del PRT-ERP. Fue, durante años, el golpe más exitoso en la historia nacional con un botín del equivalente a diez millones de dólares.

La logística y la preparación del hecho contaron con el apoyo interno de dos empleados pertenecientes a la organización, quienes ocupan el espacio central del relato. Relato que se divide en tres: la narración de los hechos históricos, el casting y la preparación de actores para la recreación ficcional y la reconstrucción en sí.

La hibridación entre ficción, documental y metaficción, dispositivo similar al de Caíto, opera aquí como disparador de reflexiones de los protagonistas que, tal como en Cracks de nácar, superan los setenta y parecen llevarse de mil maravillas y conocerse al dedillo, como si los avatares de la distancia generados durante las particularidades del exilio no fueran suficientes para limar los vínculos de un pasado en común. Lúdica sin perder rigor para la reflexión, Seré millones acierta aproximándose a un tema siempre complejo como la militancia en los años ’70 desde un tono fresco y ameno sin que eso implique simplificación. Un mérito para nada menor en el panorama actual del cine argentino.