Séraphine

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Elogio a la locura

Séraphine es la tercera y premiada película de Martin Provost, acerca de la extraña y fascinante vida de una misteriosa pintora de entreguerras, cuya particular forma de pintar aportó renovación al arte pictórico.

La vida de Séraphine de Senlis, una mujer nacida en 1864 que fue pastora, luego ama de casa y, finalmente, pintora antes de hundirse en la locura, es narrada por Martin Provost en un film que recrea la peor época de una Europa apocalíptica.

El film de Provost, premiado con siete premios Cesar de la academia francesa, se puede apreciar de dos maneras diametralmente opuestas. La primera sumamente superficial, propone una lucha constante entre la burguesía y los prejuicios de la época. Mientras que la segunda visión, mucho más ajustada, es la que permite entender al film como una exploración de la mentalidad de una mujer rural, marginada y áspera, que no obstante cuenta con el don de pintar de una manera sorprendente.

La historia es narrada de manera eficaz utilizando el recurso de la elípsis fracturada, algo que convierte a Séraphine en una arrebatadora película redentoria acerca de los insondables abismos que circundan los instantes que unen la locura con la realidad.

Sencilla en apariencia, pero sensible en sus formas dando espesor a un personaje inclasificable, Séraphine es una propuesta tan extraña como apasionante y misteriosa.