Séptimo

Crítica de Susana Salerno - N3F

Se encuentra ambientada en Buenos Aires, entre los bocinazos, las corridas, los artistas callejeros, el tráfico, el ruido, el alocado trajinar de los transeúntes, y en medio de esta vorágine se encuentra Sebastián (Ricardo Darín) un abogado, divo, soberbio, ególatra, recientemente divorciado que debe escuchar los problemas de su hermana Gabriela que es acosada por su ex pareja Alberto. Una agenda sobrecargada de trabajo, un caso muy especial porque está mediatizado y una ex esposa que le reprocha sus llegadas tardes.

Al llegar al departamento de su ex Delia (Belén Rueda, actriz española "El Orfanato"; "Los ojos de Julia"), ella es crítica con su trabajo, le señala algunas irresponsabilidades y quiere que le firme los papeles del divorcio y una autorización de viaje para irse a España con sus hijos dado que debe cuidar a su padre que está enfermo.

Él tiene una relación muy particular con sus hijos, los consiente, juega con ellos a las escondidas y tienen secretos. Ellos tres se divierten, mientras Luna y Lucas bajan por las escaleras y él por el ascensor, el que llega primero gana. Esto no le gusta a Delia, es más, le prohíbe a Sebastián que continúe con esto. Pero ellos desobedecen a Delia y ese día cuando los lleva al colegio como es costumbre realizan esta travesura.

Pero Sebastián llega primero a planta baja y los niños no están, no hay rastro de ellos, el encargado (Luis Ziembrowski) no los vio, comienza la búsqueda, va piso por piso y nadie los vio, los llama y no responden, no están en ningún sitio, se evaporaron, ¿Dónde están? Que paso en esos siete pisos que bajaron los chicos solos, lo que solo parecía un juego termina siendo una pesadilla, todo está lleno de interrogantes y un gran misterio.

Y comienza una gran presión, no solo porque no encuentra a sus hijos sino que está en medio de un caso judicial, todo es asfixiante, todos son sospechosos: el encargado (no está relacionado con el caso actual de Jorge Mangeri, además esto se filmó antes), el policía del edificio Rosales (Osvaldo Santoro), la vecina Natalia y otros vecinos del edificio (cada uno de ellos están correctos).

Esta es una historia atrapante condimentada con una gran interpretación de Darin que te hace sentir todo lo que le está pasando en ese momento, desde su opresión, sus dudas, la desesperación, sus miedos, cada centímetro se encuentra lleno de emociones e hipótesis. La película muestra de que es capaz un hombre para recuperar a sus hijos y todo se transforma en un juego de ajedrez que va contra reloj. Tienen buena química con la actriz Rueda, en ambos casos se explota muy bien los diferentes planos.

El director Patxi Amezcua ("25 kilates"), maneja muy bien la cámara, le da ritmo y tiene un buen montaje. Va siguiendo cada rincón del edificio, de la calle, de la terraza y sus personajes resultan interesantes, contiene elementos de: acción, emoción, suspenso, engaño y sorpresa, todo envuelto en una atmósfera de thriller que presenta una trama que contiene una vuelta de tuerca.