Sentimientos que curan

Crítica de Lucía Matusevich - El Lado G

Mark Ruffalo y Zoe Saldana se reúnen en Sentimientos que curan, dirigida por Maya Forbes. Cameron es un hombre bipolar pero eso no le impide tener un matrimonio junto a Maggie y sus dos bellas hijas; cuando ella vuelve a la universidad para estudiar, él debe hacerse cargo de las pequeñas Amelia y Faith.

En su debut como directora, Maya Forbes trae una comedia protagonizada por Mark Ruffalo (Begin again) y Zoe Saldana (Guardianes de la galaxia). El guion también estuvo a cargo de Forbes, mientras que la producción la dejó en manos de J.J. Abrams y el mismo Ruffalo, entre otros.

Maggie (Saldana) y Cameron (Ruffalo) viven felices y casados junto a sus dos hijas, Faith (Ashley Aufderheide) y Amelia (Imogene Wolodarsky), en una enorme casa en las afueras de Boston. El problema está en que Cam es maníaco depresivo y su condición, a medida que avanza, no le permite mantener una relación estable con su familia, por lo que deciden internarlo. Luego de un tiempo en la casa de reposo, en donde recibió angustiosas visitas, Cam es liberado. Pero la situación económica familiar ha cambiado: Maggie no pudo mantener la casa, y ahora ella y las niñas viven en un pequeño departamento en la ciudad. Ella decide aplicar para estudiar en Nueva York, y tras ser admitida y becada, le pide a Cam que cuide de Amelia y Faith por 18 meses durante su ausencia. A pesar de sus dificultades, Cameron acepta, pero esto representa tanto un desafío para él, quien debe aprender a relacionarse con sus hijas otra vez, como para Faith y Amelia, que tendrán que vigilar a su padre.

Ruffalo como el padre bipolar está perfecto y Saldana como la madre que debe ocuparse de todo también: ambos logran un buen equilibro entre la ternura y la seriedad que sus personajes exigen. Por su parte, Wolodarsky y Aufderheide añaden un toque de ingenuidad y simpatía a la película, para poder descontracturar un poco la trama. Con un soundtrack bellísimo protagonizado por George Harrison y otros artistas independientes de menor calibre, Forbes crea un retrato íntimo y precioso sobre lo que ocurre cuando la relación entre padres e hijos se da vuelta. Sin embargo, Sentimientos que curan por momentos pareciera repertirse a ella misma, sin avanzar mucho en la historia, pero de todas formas logra entretener.

Sentimientos que curan no es la mejor comedia del año, pero aun así toca algunas fibras sensibles del espectador. La dinámica entre las actuaciones de Ruffalo y Saldana ayuda mucho a la película. Por lo que aquel que busque una lindo retrato y no más que eso, saldrá complacido.