Señales de humo

Crítica de Marcelo Cafferata - Lúdico y memorioso

Una mirada sobre la película que se vera en CINEAR el jueves y sábado a las 20 y una semana disponible online gratis en CINEARPLAY.

El lugar: Amaicha del Valle.

La particularidad: Una comunidad indígena –una de las más antiguas e importantes del Nordeste argentino- de unos 5000 habitantes aproximadamente, ubicada en la provincia de Tucumán donde se respeta al ancestral Consejo de Ancianos y a la figura del Cacique, un espacio en donde existen proyectos de establecer un Juzgado de Paz Intercultural.

El personaje: Mario Reyes, arriero y guardaparques de la comunidad. que deberá subir a la alta montaña, acompañando al Ingeniero de la Compañía que intenta reparar un desperfecto que ha dejado sin servicio de internet a toda la comunidad, sorteando todo tipo de dificultades que se vayan presentando en el camino hasta poder llegar a la cima.

“SEÑALES DE HUMO” es el nuevo trabajo documental de Luis Sampieri que se estrena este jueves en la plataforma www.cine.ar/play que se detiene en los pequeños detalles de este pueblo, con todas sus particularidades. Nos introduce en una pequeña comunidad que parece detenida en el tiempo, donde todo el ritmo y las costumbres ancestrales parecen estar presentes y se contraponen fuertemente con la tecnología, tan presente y tan necesaria, de acuerdo a lo que surge de los diferentes testimonios de las distintas voces que escuchamos y que van nutriendo el mosaico del documental.

Samperi ha comentado en entrevistas recientes que el disparador que generó este nuevo trabajo, ha sido la imagen de una mula cargando la antena, que justamente tuvo oportunidad de ver cuando estuvo visitando el lugar: fue tan fuerte esa “foto”, que lo impulsó a contar esta historia y a volver a contactarse con el arriero Mario y nutrirse de los formidables paisajes –que aprovecha al máximo haciendo uso de su formación dentro de la fotografía- que son el otro gran protagonista del documental. Así, ha logrado amalgamar en este trabajo un registro que mezcla perfectamente el avance de la tecnología en contraposición a todo el aire tradicional que se respira en el pueblo.

Ese ha sido el pequeño disparador que le permitió a Sampieri desarrollar esta idea, trabajando en un registro predominantemente observacional, que le sienta perfecto al ritmo de esta propuesta, mucho más apoyado en las imágenes y en la exploración de la disipada cotidianeidad del pueblo y sus habitantes, que en estructurar un relato más tradicional dentro del género documental -aunque a veces esa arquitectura más clásica de guion ayuda a sostener la idea central, que en ese caso se vuelve algo errática y, hay algunos momentos inclusive, en donde cuesta encontrar y sostener ese hilo conductor que en algunas ocasiones, desaparece-.

Allí están a nuestra disposición los paisajes, la inmensidad, las tonalidades y los colores vivos de la naturaleza que ofician de marco a cada uno de los detalles que se viven en esa zona que por momentos, parece olvidada y lejana comparada con las grandes ciudades.

Sin embargo, parte del deseo de “SEÑALES DE HUMO” pareciera ser igualar nuestras grandes urbes a ese pequeño pueblo, porque habla fundamentalmente de la comunicación / incomunicación que puede ir inclusive mucho más allá de la anécdota del problema técnico que deja al pueblo incomunicado. Todos los momentos iniciales del documental -mucho antes de empezar a escuchar en la radio zonal los reclamos y las necesidades de algunos de los pobladores que se han quedado sin conexión- referencian al tema de aprender a escucharse, a comunicarse, a entendernos, a abrirnos al diálogo. Y la comunicación es un arte complejo o simple, ya sea allá en Amaicha, como aquí a la vuelta de la esquina.

La pregunta que flota y que el realizador comparte con el espectador es el planteo de hasta qué punto la tecnología ha penetrado en nuestra cotidianidad, ha logrado invadirnos e inclusive borrar algunas fronteras, igualarnos y habernos hecho perder nuestras propias diferencias, olvidarnos de nuestros propios rituales, nuestras costumbres, nuestras particularidades y haciendo que nos resulte un elemento completamente indispensable.

A veces, situaciones tan extremas con las que estamos viviendo en este inesperado momento de aislamiento, tal como esos fuertes vientos que cortan las comunicaciones en Amaicha del Valle, hacen que volvamos a mirarnos a los ojos, dejar de lado algún que otro dispositivo y nos permitamos revalorizar el sentido y la dicha de todo lo que tenemos diariamente al alcance de nuestra mano que, sin querer, muchas veces entra en el terreno de lo invisible y de lo olvidado en medio de la voracidad vertiginosa de nuestras conexiones.

POR QUE SI:

«Muestra hasta qué punto la tecnología nos resulta un elemento completamente indispensable»