Selma: el poder de un sueño

Crítica de Lilian Lapelle - Cine & Medios

Derechos civiles y corrección política

Corre el año 1964, y Martin Luther King (David Oyelowo) recibe el premio Nobel de la paz, sabiendo que aún le queda mucho por hacer. Si bien la segregación se ha terminado por ley, la realidad no es lo mismo que los papeles. Los afroamericanos han adquirido algunos derechos, pero en el sur de los Estados Unidos es aún muy difícil poner esos derechos en práctica. De hecho, la película comienza con una mujer a la que un empleado le hace imposible registrarse para votar en un pueblo de Alabama.
Luego de recibir su premio, King se reune con Lyndon Johnson (Tom Wilkinson), quien lo recibe con extrema corrección y tratando de evitar cualquier tema escabroso, cosa que es imposible ante el planteo con el que King le expone las necesidades de su lucha.
Sabiendo que el movimiento afroamericano no se dará por vencido, Johnson recurre al FBI para tratar de manejar el tema. Es así que vemos durante toda la película unos prolijos textos, que son nada menos que informes del FBI sobre la situación. Es interesante el contraste que se da entre las imágenes reales y la forma en que el FBI cataloga los hechos. Es probablemente lo más inteligente de la película, que luego cae en algunos lugares comunes y una extrema corrección política durante el resto de la historia, que lo transforman en un filme, por momentos, demasiado ilustrativo.
Ya hemos visto muchas películas similares, algunos más amarillistas que otras, "Selma" tiene una gran claridad para narrar los hechos -para mostrar el contexto familiar de King, el contexto político de Johnson, y la vida cotidiana de quienes luchaban por sus derechos- pero no le encuentra una nueva vuelta ni una mirada diferente a la historia; tiene grandes actuaciones, hermosas imágenes, pero aún así a la historia le falta profundidad.
Las interpretaciones son todas destacables, empezando por Tim Roth quien interpreta al mítico y racista gobernador Wallace. Cuba Gooding jr., Martin Sheen, Giovanni Ribisi, y Oprah Winfrey tiene pequeños y notables roles. Finalmente Tom Wilkinson y David Oyelowo, son una gran dupla, y ocupan el centro de esta historia. Hay que destacar que David Oyelowo hace un gran trabajo en los discursos de King, que por otro lado también han sido un trabajo complicado para los guionistas, ya que han debido recrear los discursos para la película, porque los derechos de los originales son propiedad de Dreamworks.
Selma es un muy buen filme, que si bien tiene escenas bastante violentas, no hacen más que reflejar lo que sucedió en ese entonces, y eso es lo que hace relatar muy prolijamente una lucha que llevó mucho tiempo, mucho trabajo y mucho dolor.