Secretos ocultos

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

El guionista de las recordadas El orfanato y Lo imposible, el español Sergio G. Sánchez, regresa al territorio de aristas inquietantes con esta producción que cuenta con actores extranjeros y cuya mirada se posa sobre una dramática historia familiar.

Secretos ocultos ubica la acción en la década del 60 con cuatro hermanos, los adolescentes Jack -George MacKay-, Jane -Mia Goth-, Billy -Charlie Heaton, el mismo de Stranger Things- y el pequeño Sam -Matthew Stagg-, que se refugian con su madre Rose Marrowbone -Nicola Harrison- en una destartalada granja de los Estados Unidos para escapar de un padre violento. Tras la muerte de Rose, y evitando que los separen hasta que Jack llegue a su mayoría de edad, el inexperto cuarteto deberán hacer frente a un abogado inescrupuloso y a una presencia fantasmagórica que se esconde en el ático del lugar.

El escenario escogido es el mejor para desarrollar este relato que juega con el drama y lo sobrenatural a partir de una idea tramposa que se desarrolla con cuidado y sin apuros. Con un peligro que viene del exterior y otro que amenaza desde el corazón mismo de la casa, la película es bienvenidamente atípica dentro del actual panorama del género. 

Potenciando los miedos infantiles y con la presencia de la bibliotecaria Allie -Anya Taylor-Joy, la actriz argentina de Fragmentado- que se relaciona con Jack, el filme transita por una historia de amor y desamor familiar, en medio de una galería de espejos tapados que deforman la realidad y la rutina de los hermanos. Inquietante y bien actuada, Secretos ocultos atrapa lentamente y extiende sus ecos mortales, acercando a la memoria títulos como La gente detrás de las paredes y Los otros.