Secretos de estado

Crítica de Marcelo Cafferata - Revoleando Butacas

Telaraña

Después de su debut en la dirección con "Confesiones de una mente peligrosa" y de la destacada y multipremiada "Buenas noches y buena suerte", Clooney no solamente carga en sus espaldas la dirección de este nuevo proyecto que es "Secretos de Estado" sino que también es el actor principal y tiene participación en la adaptación de la obra teatral "Farragut North" de Beau Willimon en el guión para la pantalla grande.

En este caso, se sumerge por completo en el complicado mundo de la política y los intereses de los candidatos y sus oposiciones.
Nos introduce en este mundo a través de la mirada de su protagonista Stephen Meyers (Ryan Gosling, en otra de sus excelente actuaciones pero que de todos modos nos sorprenderá dentro de un par de semanas en la demoledora "Drive") quien como secretario de prensa y comunicaciones de un importante gobernador, ahora candidato a la presidencia (George Clooney).

Stephen se verá poco a poco envuelto en un juego cuyas reglas son claras pero que evidentemente hay que tener muchas aptitudes para poder jugarlas sin salir lastimado.
Y en ese derrotero personal, es que la cámara de Clooney acompaña a Stephen cuando ante la búsqueda de su lugar profesional y sus ambiciones ponga a prueba su escala de valores.

Y dentro de este juego, aparecerán distintos personajes, cada uno disputando y sacando ventajas de los intereses notoriamente contrapuestos.
Aparecen como elementos fundamentales del juego: el jefe de prensa de la campaña (Philip Seymour Hoffman), el que cumple idéntico puesto pero para el candidato contrario (Paul Giamatti) -quien va a tenderle diferentes "trampas" en las cuales Stephen puede llegar a caer-, el poder y el peso de los medios (introducidos en el guión a través de la figura de la periodista encarnada por Marisa Tomei)...

Pero una pieza fundamental dentro de este juego estará dada por la presencia de una jóven que trabaja dentro de la campaña (hermosísima y con un brillante desempeño de Ewan Rachel Wood a quien vimos en "A los 13" ,"Que la cosa funcione" de Woody Allen y que fue la hija de Mickey Rourke en "The Wrestler") que con el devenir de los sucesos terminará siendo utilizada por varios de los personajes para ir sacando ventaja de su situación y desencadenando el conflicto más fuerte de la historia.

George Clooney como director se maneja perfectamente para poder contar la historia en una forma compacta y que comienza a interesar sobre todo en su segunda mitad, después de una presentación algo morosa e intrincada, pero que una vez puestos en juego todos los personajes, comienza a desarrollarse armónicamente y con un interés que crece sin perder tensión.
Justamente sabe, conoce y tiene por sobre todas las cosas un muy claro manejo de los actores, y aún con ciertas desprolijidades del guión, Clooney logre reunir un elenco completamente compacto que es como una especie de "dream team" del que se nutre para contarnos esta historia de ambiciones desmedidas, traiciones, bandos enfrentandos, encuestas, corrupción, inmoralidad, falta de códigos y búsqueda de poder.

Dentro del elenco sumamente homogéneo, cada uno en su papel logra generar un personaje creible, compacto, bien actuado y todos forman un equipo consistente sin que ninguno de ellos ni sobresalga ni desentone.
Nuevamente la máscara de Ryan Gosling es única y transmite toda la gama de sensaciones por las que atraviesa el personaje desde sus inicios en los que tiene una mirada más comprometida con su trabajo, hasta en las escenas finales donde su frialdad se pone de manifiesto en mover las piezas a su conveniencia sin ningún tipo de escrúpulos.

"Secretos de Estado" quizás sea una de estas películas que la carrera de las premiaciones y los Oscar hace que estén en el candelero y quizás se espere mucho más de lo que realmente son, pero alejándonos de esa tendencia del momento anual de los premios, sabe sostener un relato interesante con buenas actuaciones.
Y con una elección de Clooney desde la dirección, mucho más abocada a los matices, las miradas y las insinuaciones que por las obviedades y los comentarios explícitos, lo que hace crecer a la historia tejiendo lentamente una telaraña donde cada uno de los personajes, y a su turno irá cayendo con diferentes consecuencias.