Se acabó la épica

Crítica de Horacio Bilbao - Clarín

Derrotero de un autor.

Recupera la mística de Néstor Sánchez, un escritor olvidado cuyo retrato acompaña a sus libros.

“No tengo nada que ver con ustedes, que son todos unos capitalistas”, les gritó Néstor Sánchez a sus amigos y editores en Barcelona, España. Y no lo vieron más. El testimonio del escritor español Emilio Sánchez Ortiz pinta el desenlace temprano del autor argentino, cuya literatura espejó su vida. El respeto sin concesiones a semejante evidencia es el gran mérito de Se acabó la épica, el documental de Matilde Michanie que recupera del olvido, en sintonía con varias publicaciones recientes, al autor de Nosotros dos, el misterioso Néstor Sánchez que vivió entre 1935 y 2003.

Amigo de Julio Cortázar, fue escritor, traductor, místico y vagabundo. Ese derrotero es el que sigue la documentalista por el mundo geográfico, pero sobre todo por el angustioso mundo interior del autor. Empezando acá, en la Argentina, con su hijo Claudio, su hermano Carlos, su analista en los últimos días, un traductor de Gallimard y la venezolana Teresa Wangeman, última compañera. Entonces Buenos Aires, Caracas, Barcelona, París y Nueva York, donde deambuló hasta quedar exhausto, de donde lo rescató una carta fría enviada a su hijo, que lo buscó por años, y que hoy lo llama maestro y padre. “El abrazo sirve para arrugarse la ropa”, le escribió entonces Néstor, que hace rato usaba distanciarse de todo el mundo.

Deambulaba Néstor, escuchaba voces, bebía copiosamente, y se buscaba siempre. Primero, quizá en su escritura; más tarde, en estos periplos de consciente precariedad. Bailaba el tango y amaba el jazz, y profesaba el Cuarto Camino, la doctrina esotérica de su guía espiritual, George Gurdjieff. Pero cerró los caminos a su literatura, y cuando dejó de escribir, se esfumó. Ocurrió en los setenta, en la mitad de su vida. Lo que siguió fue desgarro, abandono.

El documental de Mechanie lo transmite. Claro que es una historia para determinado público, como su escritura. Están los mojones biográficos, su barrio, familia, la incógnita de su hijita muerta en España apenas cumplido el año, sus libros, los que escribió y los que no; su libertad para cuestionarlo todo, empezando por él mismo. Si fue o no un autor del boom, si fue o no un gran escritor, es otra historia. Zafa del juicio Mechanie, hace suyo el relato, el misterio y la poesía que reclamaba este documental.