Satori Sur

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Satori es un término japonés que designa la iluminación en el budismo zen, la comprensión total. Y el director Federico Rotstein logró la capacidad de reflejar quien fue y quien es un personaje tan complejo, rico y valioso como Miguel Grinberg. Un hombre que en los 60 puso su sello, en su revista, en sus programas de radio, en sus poesías y proyectos para valorar tiempos de cambio, de contracultura, de relación con pares como Jonás Mekas o Allen Ginsberg que fueron sus amigos. Un hombre que decía “rock que me hiciste bien…” o que hablaba de los tiempos de plomo y definía “A los que le teníamos miedo, son minoría… Hubo una vez unas ganas de estar juntos y lo estamos…”. Sus pensamientos, sus novelas no escritas pero con título, sus notas a figuras tan definitorias como Luis Alberto Spinetta, y muchas perlas más, están en este trabajo que refleja un pasado y un presente, tiempo de quiebre y homenajes, testimonios valiosos e íntimos. Y hasta una charla con Mekas, antes de su muerte, que desafía los inconvenientes técnicos a pura sabiduría… Un documental que es fuente de información y cálido cariño a un hombre original, melancólico, creativo, resumen de un tiempo que paso y pasa en su satori sur.