Satanic: El juego del demonio

Crítica de Carolina Taffoni - La Capital

Venganza del más allá

Cuando una película se anuncia con los créditos de otros éxitos hay que dudar. "Satanic", de Jeff Hunt, llegaba con el agregado "de los productores de «The Walking Dead»" y "del guionista de «Kristy», «Miedo profundo» y «La oscuridad». Demasiados títulos para una historia con muy poco valor específico para destacar. Dos parejas llegan a Los Angeles con la idea de divertirse, pero mientras David y Chloe buscan entretenimientos más convencionales y terrenales, Seth y Elise se apasionan con los ritos demoníacos. No sólo eso, sino que se empecinan en hacer una suerte de turismo satánico, sin imaginar que se meterán en lugares donde será muy difícil encontrar la puerta de salida. Y si la encuentran, es más complicado aún que lo hagan con vida. La primera hora de la película tiene dos problemas: el primero es que nunca mete miedo y el segundo es que, cuando aparecen las situaciones terroríficas, es muy fácil saber cómo termina todo. Lo peor para las dos parejitas, y paradójicamente lo mejor para la película, acontece cuando el espíritu de una persona es convocado y nadie sabe cómo hacer para que regrese al infierno. Con recursos poco originales, las amenazas del más allá serán cada vez más fatales y el demonio jugará con ellos hasta saciar su sed de venganza. Aburre y no asusta.