Sangre del pacífico

Crítica de Romina Gretter - A Sala Llena

Este es el primer largometraje que tiene a Boy Olmi como guionista, director y productor. Sangre del Pacífico narra la historia de Charito, una joven de origen peruano que viene a nuestro país a trabajar como doméstica, y de Jorge, un viejo artista obsesionado con la idea de filmar su última película sobre las Guerras de Independencia Latinoamericana. Sus vidas se entrecruzan y se despierta en Jorge una obsesión por Charito que lo remonta al pasado, a los recuerdos y a las nostalgias nunca superadas.

Se trata en definitiva de una obra poco usual, donde se conjugan la realidad de los personajes con la sus fantasías, ensoñaciones y fantasmas. Por ello la estética empleada hace uso de diferentes recursos como el de la fotografía (en varias escenas blanco y negro), elemento fundamental para establecer diferencias espacio-temporales dentro del film.

Temas como la desigualdad social, la falta de oportunidad y el racismo aparecen de fondo, reflejados en las trabajadoras domésticas (mayoritariamente extranjeras), exponentes de una nueva forma de esclavitud que se remonta a la época de las colonias y que sigue encontrando en los inicios del siglo XXI sociedades dispuestas a sostenerla solapadamente.

La actuación es sin dudarlo lo más destacado: China Zorrilla, Delfi Galbiatti, Ana Celentano son algunos de los importantes nombres que se dan cita en esta película. Sin embargo, la presentación de Emilia Paino (conocida como “Piqui” en la primera edición del reallity Expedición Robinson) como Charito, es toda una revelación.

Con Sangre del Pacífico Boy Olmi logra a las claras no pasar desapercibido, y pese a cierta inestabilidad narrativa, donde muchas líneas argumentales quedan sueltas y sin resolución aparente, este trabajo logra seducirnos y quedar a la espera de sus futuros proyectos.