Salvajes

Crítica de Vicky Vázquez - Cine & Medios

La guerra de O.

Cuando dos amigos de toda la vida descubren que hay un muy buen negocio en el cultivo de la marihuana de altísima calidad, se asocian y si bien son muy distintos uno de otro, logran complementarse, y enamorar a la misma chica.
Ben (Aaron Johnson) es el experto en finanzas y botánica, cultiva además de la mejor hierba del mundo, la pasión por la filantropía y destina parte de su dinero a misiones humanitarias. Su amigo Chon (Taylor “John Carter” Kitsch), en cambio, es veterano de guerra, fue el proveedor de las semillas Premium que iniciaron el emprendimiento, y es el encargado de la seguridad. Con ellos, en armoniosa relación triple, convive O (Blake Lively), la chica en cuestión.
La vida de los tres transcurre en una preciosa casa con preciosa vista a las playas californianas, hasta que un cártel mexicano quiere ocuparse de este negocio independiente, y las cosas se complican. Bastante. A partir de ese momento, el film se adentra en una escalada de violencia y acción. Aparecen muchos personajes secundarios, entre los cuales figuran actores muy conocidos. La actuación más deslucida es la de John Travolta, que parece no creerse nunca su personaje de agente federal corrupto. También están Benicio Del Toro, Salma Hayek y Demián Bichir.
Seguramente para muchos espectadores esta película remita a "Traffic", sin embargo se trata de miradas y posturas diferentes. En "Salvajes" no está el afán de denuncia que había en el film de Soderbergh. Se trata más bien de una historia de acción en el marco de la “industria” de la droga, pero incluso los personajes son bastante más ficticios, como la recia jefa del cártel, Elena (Salma Hayek), que sin embargo luce elegantes modelitos, y no deja de lado su instinto maternal.
Es cierto que Oliver Stone se extiende un poco en la duración del film, la elección que hace al final no es la más afortunada, y modifica un resultado hasta entonces positivo.
Así, el planteo, si bien violento, es bastante liviano en cuanto a contenido. Pero esa es la tónica de la propuesta, y funciona. El mundo de la marihuana, al menos, no parece tan sórdido como el de otras drogas, pero justamente eso hace que la película pueda verse más como film de acción, y no tanto de conflictos internos. Como ejemplos de la postura elegida, valga decir que hay algunas referencias a los “fumones” más famosos del cine: Cheech y Chong, y hasta un ringtone con la música del Chavo.