Salvajes

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

El trío que juega con fuego

Oliver Stone ya no es el mismo que escribió el guión de “Expreso de medianoche” en los 70, el que deslumbró con “Pelotón” en los 80 ni el que filmó “Asesinos por naturaleza” en los 90. Aquí tampoco hace tallar su perfil politizado de “JFK”, “Nixon” o “W”, pero trae un tema demasiado trillado como es la batalla de narcos. Lo destacado de “Salvajes” es que hay una historia de vínculos amorosos algo atípica, como el de dos hombres que conviven con una mujer e incluso el nexo sentimental entre los dos hombres de ese trío, aunque enfocado de un modo muy ambiguo. Ben y Chon son dos jóvenes que le encontraron la vuelta al negocio de la marihuana. Viven cómodos en Laguna Beach, no se relacionan con los narcos poderosos, y se relacionan, muy bien, con Ophelia, una rubia sensual que comparte consumo de drogas y sexo con ambos. Todo se complica cuando la jefa del cártel, Elena Sánchez (Salma Hayek), se le ocurre “compartir” el negocio con Ben y Chon. Ahí va a terciar el agente corrupto de la DEA (el siempre efectivo John Travolta) y se desatará una trama de secuestros cruzados. Stone deja su sello en la musicalización descontracturada, en la habilidad para cruzar géneros y en un cierre que jerarquiza la película. Eso sí, el que pretenda ver en esta película un cine de autor seguramente saldrá desilusionado. Sí, en cambio, el filme cumple con la cuota de acción y algo de triller.