Rush - Pasión y gloria

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

Brillante producción que refleja una notable rivalidad

Ron Howard es el miembro más renombrado de una familia que merece, con justa razón, se le aplique el epíteto de “cinematográfica”. Su padre Rance continúa actuando a la edad de ochenta años, habiendo participado en muchos de los films dirigidos por su hijo (“Cocoon”, “Horizonte lejano”, “Frost/Nixon”, Apolo 13”, “El Grinch”). En los tres primeros también actuó Clint Howard, hermano menor del realizador, quien a su vez empezó su carrera actoral cuando aún se lo conocía como Ronnie. Tenía apenas 18 meses cuando se lo vio en un film olvidable (“Frontier Woman”) pero es de destacar que continuó haciéndolo en títulos más significativos como “Rojo atardecer” (con Yul Brynner y Deborah Kerr) “American Graffiti” y el “El tirador”. Esta última, del gran Don Siegel, fue además la película final de John Wayne en 1976. Al año siguiente debuta en la dirección con “Aventuras sobre ruedas”, donde por única vez actuaron juntos los tres Howard. Para completar el cuadro familiar conviene señalar que su hija Bryce Dallas Howard también alcanzó cierta celebridad en “Manderlay” de Lars von Trier.
“Rush, pasión y gloria” es su opus 22 y está entre lo mejor de su vasta producción, donde destaca “Mente brillante”, que ganó el Oscar a mejor film y director en 2001. Está basada en la histórica rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt, dos grandes pilotos de Fórmula Uno en la década del ’70. Luego de una fugaz escena inicial ambientada en el muy peligroso circuito de Nurburgring, en la dramática carrera del primero de agosto de 1976, la trama retrocede seis años. Se los ve a Lauda (Daniel Bruhl) y Hunt (Chris Hensworth) en sus comienzos en Fórmula 3, que es donde empezó la pugna. Mientras que el primero, de origen austriaco, llevaba una vida ordenada y sin desbordes su par inglés gustaba de la noche y las mujeres. Dicho contraste está muy bien reflejado incluso a nivel de sus respectivas parejas. Alexandra Maria Lara interpreta a Marlene (nota: fue su esposa durante 21 años de casado) que lo acompañó en momentos difíciles. Olivia Wilde es Suzy Miller que estaba cansada de las infidelidades de Hunt y tuvo un sonado affaire con el actor Richard Burton, quien estaba aún casado, por segunda vez, con Elizabeth Taylor.
Lauda había sido campeón con Ferrari en 1975, mientras que Hunt harto de correr con Hesketh se pasó a Mclaren a fines de dicho año. La mayor parte de las dos muy disfrutables horas que dura “Rush” transcurre en el año 1976 y casi todas las carreras de dicho periodo han sido recreadas. El esfuerzo de producción es notable logrando que el espectador se sienta inmerso en las feroces competencias donde hasta se menciona en una oportunidad a nuestro compatriota Carlos Reutemann (Monza).
Para quien no conozca los detalles de las carreras de la Formula Uno de 1976 la película se convertirá en un verdadero thriller desde la primera competencia en Brasil (Interlagos) hasta la final en Japón, pasando por la dramática situación vivida en Alemania con que se inicia el relato.
Los memoriosos y los entusiastas del automovilismo apreciarán en cambio la precisión de numerosos comentarios a lo largo del metraje. Tal el caso de la frase que pronuncia Hunt al inicio al afirmar que “cuanto más cerca estás de la muerte, más vivo estás”. O la que su competidor expresa al poco tiempo de casarse: “la felicidad te debilita cuando tienes algo que perder”. Todo ello se resume en el saludo cómplice que ambos dedican al otro desde sus respectivas máquinas, poco antes de iniciarse el último Gran Premio en Japón, cuando Lauda le llevaba apenas tres puntos de ventaja a su bravo rival.