Ruido

Crítica de Marcela Barbaro - Subjetiva

“No estás sola” es la consigna que representa a un centenar de mujeres y agrupaciones unidas en busca de sus hijas e hijos desaparecidos en México, para que llegue y acompañe a otras personas que atraviesan el mismo problema. Una preocupación alarmante que inspiró el origen de la película Ruido de Natalia Beristain, exhibida en el Festival de San Sebastián y ganadora del Premio de la Cooperación Española.

La realizadora de No quiero dormir sola (2012) y Los adioses (2018), reafirma su compromiso social con una película que aborda la búsqueda incesante de Julia (muy bien interpretada por Julieta Egurrola), una artista plástica de la ciudad de México que busca incansablemente a su hija Gregoria, desaparecida hace nueve meses mientras disfrutaba de sus vacaciones con amigas. Tras haber pasado por todas las etapas legales y soportar las negligencias de la burocracia judicial, Julia tampoco encuentra ayuda en la corrupción policial, lo que la llevará a conocer distintos movimientos de mujeres de distintas clases sociales que bregan por encontrar a sus hijos e hijas, denunciando la violencia, omisión y negligencia por parte del Estado.

El drama de Julia y su familia, la obliga a desafiar sus propios límites y adentrarse en una realidad ajena a su entorno y a su capacidad psíquica y emocional. El doloroso y traumático recorrido que comenzará por sitios recónditos, lugares clandestinos, personajes oscuros y profesionales que intentarán ayudarla preservando su identidad, formará parte del complejo entramado político y social que deberá afrontar hasta dar con algún indicio de su hija.

Al tono dramático de la historia y la tensión que irá in crescendo a lo largo del relato, la tragedia individual se tornará en colectiva. De esa manera, la propuesta fusiona el registro documental a partir de los testimonios y del activismo de los integrantes de la Asociación voz y dignidad por los nuestros S.I.P y el colectivo Buscándote con amor de Estado de México -que participan en la película-, el cual genera, no sólo un cruce necesario entre ficción y realidad, sino que le inscribe a la película un discurso de carácter más apelativo, principalmente hacia el final, sumándose a la voz de protesta, lucha y defensa de los Derechos Humanos.

Así lo expresaba la realizadora al momento de recibir el premio en San Sebastián: «Ante el dolor, la digna rabia. Ante el horror, la belleza. Ante la indolencia, el abrazo. Gracias por ser faro en esta época tan oscura. Desde nuestro quehacer les acompañamos y no nos cansaremos de decirles #NoEstánSolas».

Bajo la solidez interpretativa y movilizante de esa madre que representa a tantas otras, la mirada de Beristain conjuga la dosis necesaria de sensibilidad, esteticismo y militancia, a fin de representar y visibilizar a quienes esperan justicia y aparición con vida de sus familiares.

En la actualidad, México reporta más de 90.000 desapariciones en todo el país. Sin embargo, y como manifiesta uno de los intertítulos de Ruido: “No se trata de cifras, se trata de personas”.

RUIDO
Ruido. Argentina/México. 2022
Dirección: Natalia Beristain Guion: Natalia Beristain, Diego Enrique Osorno, Alo Valenzuela. Intérpretes: Julieta Egurrola – Teresa Ruiz – Adrián Vázquez – Arturo Beristáin – pedro de Tavira – Mariana Giménez Editor: Miguel Scheverdfinger, AMEE/Dirección de fotografía: Dariela Ludlow (AMC)/ Diseño de producción: Luisa Guala/ Dirección de arte: Ariel Margolis Duración: 104 minutos.