Ruby, la chica de mis sueños

Crítica de Marisa Cariolo - Loco x el Cine

Si pudieras crear al amor de tu vida, ¿hasta dónde llegarías?

Calvin (Paul Dano, una especie de Woody Allen joven y menos psicótico ) es un escritor que tuvo su gran momento muy joven allí por sus diecinueve años. Parco y con serios problemas para relacionarse decide por recomendación de su terapeuta empezar a escribir sobre una hermosa mujer que lo visita en sueños: Ruby.

Bastará con solo pensar en ella para que la escritura, trabada hasta ese momento, se vuelva en la actividad más placentera de su vida. El centro de su diario devenir pasa por esos minutos que dedica a describir a su mujer perfecta Ruby(Zoe Kazan, también guionista del proyecto).

Una mañana, cuando Calvin baja a desayunar, la encuentra en su cocina preparándole el desayuno, con toda la naturalidad del mundo y él sabe que o ha perdido totalmente la sanidad mental o un milagro ha ocurrido. Temeroso, primero consulta con su único amigo (su hermano) sobre lo ocurrido para luego entregarse a una historia de amor que termina por tornarse mágica al descubrir que su obra literaria puede modificar el humor y la predisposición de Ruby.

En definitiva ella no solo es fruto de su imaginación, sino que con unos solos tipeos puede modificar todo: desde sus estados de ánimo, hasta los planes de salidas, hasta tratar de evitar la rutina de la vida en pareja.

Toda una reflexión sobre la ética de la imaginación o sobre que haríamos si pudiéramos moldear a nuestra pareja más alla de sus propios deseos o necesidades: ¿dónde estaría el limite para hacerlo?

Ruby la chica de mis sueños funciona, tal vez plagada de cliches cinematográficos sobre el amor con una mirada indie, pero efectiva como comedia, que nos permite reflexionar sobre los aspectos curativos del acto creativo en general

El arte no solo transmite al espectador o degustador del hecho artístico sino que también para el creador en muchos casos es la única manera de conectarse con el mundo que lo rodea. La única hermandad con un ambiente que en muchos casos le es hostil y esquivo.

Y Ruby en el relato encarna eso: la reconciliación de Calvin con un mundo que lo ignora y no le permite integrarse y le plantea la disyuntiva sobre seguir manejando a su musa/objeto de deseo o entregarse al normal desarrollo de una relación amorosa, con todo el riesgo natural que esa apuesta conlleva.

En esta decisión estará enmarcado el destino de Calvin, ser un egoista manipulador pero acompañado o dejar que las cosas tomen su rumbo aún a riesgo de perderlo todo.

La vida esta llena de grandes decisiones y este es el momento para que Calvin tome la mas importante de todas.