Ruby, la chica de mis sueños

Crítica de Daniel Garabal - Clave Noticias

Un bello y maravilloso film

Existe la mujer o el hombre de los sueños. Hay posibilidades de encontrar aquella persona con el que uno sueña compartir toda su vida. Los que la encontramos diremos que si, y los que no la encontraron, obviamente, dirán que no, pero, que pasaría si al no encontrarla decidimos crearla. Obviamente esto en la vida real es imposible, pero para eso esta el cine, para hacernos soñar que el amor soñado se puede crear.

Esto es lo que hace Calvin, el protagonista del film. Calvin es un joven y reconocidísimo escritor que escribió su primer best seller antes de cumplir los 18 años. Ahora, apurado por su editor, tiene que escribir una nueva novela. Calvin tiene como único momento de paz cuando duerme y sueña con su chica ideal. Incluso en su terapia sale frecuentemente la joven de sus sueños. En base a todo esto es que Calvin decide escribir y crear para su nueva novela a su alter ego, también llamado Calvin, y a la chica de sus sueños a quien pone de nombre Ruby Sparks.

Él le creara una vida, una forma física, una forma de ser e incluso de sentir y pensar. El problema es como explicar a los demás, como por ejemplo su hermano Harry, que esa chica que esta escrita en sus papeles se hizo realidad y que está teniendo un romance con él, e incluso viviendo en su casa. ¿Será bueno crear a la mujer perfecta, a la chica que uno quiere hasta el mínimo detalle o no ? Esta historia escrita por Zoe Kazan y dirigida por Jonathan Dayton y Valerie Faris esta imbuida de una belleza poética que da gusto ver.

Los directores, el matrimonio que estuvo detrás de las cámaras en otro fantástico film como fue “Pequeña Miss Sunshine”, logran que esta parábola del amor sea hermosa tanto en lo visual como en la profundidad de diálogos, que parecen simples, sencillos, pero que llevan a pensar. Una comedia deliciosa que quizás no le va a sacar carcajadas, pero que hará que el espectador, siente que esta disfrutando de una poesía hecha película, de un placer de disfrutar de la vida y del amor, y de terminar creyendo que el amor se encuentra en el aire que respiramos día a día. Uno tendría que analizar las muy buenas actuaciones de los actores protagónicos, pero mejor quedarse con la sensación de bienestar con el que uno sale del cine. “Ruby Sparks, la chica de mis sueños”, un film para creer que el amor soñado también es posible.