Rouge amargo

Crítica de Pablo Raimondi - Clarín

Traición a sangre

Una habitación de un hotel en una peligrosa zona roja de la ciudad, la droga, los intereses políticos y el sexo por dinero. Cóctel mortal.

Desde el minuto cero, Rouge amargo mete todos los condimentos sobre la mesa para recrear una película que juega en un terreno difícil. Cualquier paso en falso podrá hacerla trastabillar y mandarla a los vestuarios. Pero la muñeca del director Gustavo Cova (Gaturro: la película; Boogie, el aceitoso; Alguien te está mirando) se luce al meter de lleno a Julián (Luciano Cáceres), un ex presidiario también alojado en el mismo hotel de mala muerte, quien oye ruidos extraños en el ambiente contiguo y rescata a Cyntia (Emme), una prostituta que tiene por cliente habitual a la persona equivocada: un candidato a diputado que muere, en manos de un sicario, por hablar de más. Julián intervendrá y, otra vez, volverá a su pasado marginal. Su hábitat son los problemas.

Este misterioso crimen es seguido por Luis (Nicolás Pauls), un joven periodista que encabeza este raid de intrigas, persecuciones y violencia en el cual Julián y Cyntia se ampararán en Rita, un travesti caracterizado por Gustavo Moro, de brillante actuación. Este filme se complementa con la tensión de una traicionera cúpula política que se resguarda en la impunidad del poder y el intercambio de información.

Cáceres -mucho más asentado y firme en la actuación luego del flojo protagónico en Uno y su papel de El Niño en Carne de neón- demuestra en Rouge amargo su veta más salvaje a fuerza del uso de armas y sus puños. Un papel bien físico donde deberá andar por los techos, trepar rejas y enfrentarse a oscuros personajes como Báez, un ex policía devenido en asesino a sueldo, encarnado por César Vianco, sí, el vengativo estafador Franco Milazzo quien se creía Rambo en Los Simuladores.

Con un vertiginoso ritmo televisivo, interesantes planos nocturnos (se impone el color rojo) y las paredes del cementerio que dibujan el fiero trazo de las chicas de la calle, este filme se transforma en un policial negrísimo digno de imitar. Felicitaciones.