Rogue One: Una historia de Star Wars

Crítica de Jonathan Plaza - Función Agotada

Una pequeña y sólida historia de Star Wars

Ubicada temporalmente entre Star Wars: Episodio III (2005) y Star Wars Episodio IV: Una Nueva Esperanza (1977), Rogue One: Una Historia de Star Wars narra básicamente los detalles de la misión para robar los planos de la Estrella de la Muerte, hecho fundamental para la posterior victoria de la facción rebelde sobre el Imperio Intergalactico.

Rogue One_EntradaLo que mas se agradece sobre el nuevo film es que los responsables (Gareth Edwards en la dirección, quien según dicen, fue más que supervisado por el guionista Tony Gilroy en esa función) no perdieron nunca de vista que tenían que contar una historia chica pero lo suficientemente efectiva como para que sirva como nexo orgánico entre la trilogía clásica (1977), la iniciada en 1999 y la de la era Disney. La gran precisión en su guión hace que Rogue One: Una Historia de Star Wars parezca una historia concebida en los 70´s como una precuela natural de Una Nueva Esperanza. El tono del film, sin embargo, se emparenta más con el dramatismo y la oscuridad que ya vimos en Star Wars: El Despertar de la Fuerza con una diferencia respecto al género, que se aleja de la aventura para encontrar mayor afinidad con la estructura de los films bélicos. La Fuerza esta vez tiene una presencia mucho más débil que en cualquier otra entrega y el foco se centra casi por completo sobre el eje político. Para evitar adelantar cosas puntuales respecto a la trama y porque la forma en que se relaciona lo político y lo religioso en las nuevas entregas merece una extensión mayor, voy a dejar esto pendiente para un análisis más acorde y limitarme a expresar que el universo de Star Wars no se está expandiendo sino reformulando.

La gran precisión en su guión hace que Rogue One: Una Historia de Star Wars parezca una historia concebida en los 70´s como una precuela natural de Una Nueva Esperanza.
La película avanza con grandes momentos de acción intercalados con diálogos informativos que no siempre resultan contundentes o efectivos. Los momentos en donde se apela a la nostalgia del fan son precisos, no hay un regocijo en el uso del guiño por el guiño mismo sino que esos momentos están organizados en función de la acción dramática y eso es algo muy valorable por estos días.

Si bien por momentos cuesta un poco la empatía con los personajes porque las posibilidades dramáticas no terminan de estar explotadas al máximo todo queda olvidado con un tercer acto narrado con muy buen pulso y rigor milimétrico. Ese acto final sumado a los breves pero intensos momentos que protagoniza el gran Donnie Yen por sí mismos cumplen con las demandas.

Sin grandes pretensiones, Rogue One: Una Historia de Star Wars brinda un guión sólido y una interesante fluidez narrativa dejando ver con mayor claridad para que lado va a llevar Disney a la franquicia.