Rock Dog

Crítica de Roberto Iván Portillo - Cuatro Bastardos

Rock Dog: Aullido musical.
Un perro se adentra en la ciudad central para hacer realidad su sueño: Ser una estrella del rock and roll. Y nosotros tenemos los asientos de primera fila para este gran espectáculo.
El mercado de la animación se agranda a pasos agigantados y no es casualidad que la República Popular China haya metido hace poco una producción de dibujos animadas (“Have a nice day”) a competencia internacional en el último Festival de Berlín. Ahora, viene con un estreno coproducción animada por computador para hacer su espacio en el mercado internacional.
La película cuenta la historia de Bodi, un joven perro ovejero, estacado a una vida que no le apetece por lo más mínimo continuar. Tiene hastío por presente y no quiere saber nada de su futuro. Hasta que un día encuentra su respuesta desde una radio que cae desde una avión. Y al prender el artefacto y escuchar un tema del famoso gato compositor Angus Scattergood (un mero calco de Charly García, hasta tal punto, que asusta un poco). Desde ese momento no dejará de tocar la guitarra hasta poder ser un verdadero músico profesional.
Su padre, en cambio, tiene otros planes para él. Pero deberá aceptar que no está destinado a defender el rebaño y ayudarlo para cumplir su meta. Y es así, como Bodi se desembarca a suerte de fe ciega a la gran ciudad (al igual que su par Zootopia pero sin Shakira de por medio).
Los villanos son un grupo mafioso de lobos que desean como sea devorar a las ovejas que tanto el padre de Bodi protege para contener la comunidad en la cima de la montaña. La composición de lo mismo está bien lograda, jugando mucho con los chistes fáciles y los gags.
Las cosas no será nada fácil para el pequeño cachorro desde que pisa las calles, tendrá varias inconvenientes: encontrar una banda, hacer que Angus sea su tutor musical, evitar que los lobos no lo tomen como rehén, aprender más sobre la música, integrarse socialmente y sobre todo tener un oportunidad para demostrarlo.
El protagonista siempre se mueve con optimismo, hasta tal punto de ser completamente inocente de todo lo que rodea, pero es justamente esa fe, esa alegría lo que lo ayudará en toda su aventura rockera. Después de fracasar en algunos desafíos, decide (por consejo de un artista de la plaza) ir a la casa del músico más famoso, el veterano gato que vive en una mansión aislado de todo contacto y que está “supuestamente” por lanzar un nuevo single.
El experimentado director Ash Brannon (Toy Story 2) acierta muy bien en confiar gran parte de la obra en esta pareja dispareja, donde dejó plasmada su intención moral pero su coqueteo principal entra muy bien en juego por el gran abanico de humor que se le da. Tanto Bodi como Angus están bien definidos y es esa mixtura y choque lo que la hace sensacional.
La banda sonora no abusa, y en ningún momento se transforma en musical desquiciado sabiendo mantener el ritmo entre lo que se está diciendo y lo que se está por decir.
Hay un gran compilado de actores que participan dándoles voces a los animales en esta aventura, como Luke Wilson y J.K. Simmons, pero que lamentablemente no podremos escuchar porque no abundaran los estrenos en su versión original y el espectador tendrá que tolerar el doblaje nuevamente.
Su animación no es de un gran nivel visual y menos detallista pero se nutre de un buen guion sólido que ya es mucho más de lo que las últimas obras de Disney pueden dar.