Ritmo perfecto

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

Al término de la función de prensa un grupo de periodistas cinematográficos debatían acaloradamente: “Lo que pasa que estas generaciones no vieron FAMA”, “Si viste FAMA esto no existe”.
Es obvio que frente a este tipo de productos hay dos opciones, ubicarse en el lugar de crítico exhaustivo y compararlo con otros productos del género que se cree que son mejores ó entregarse al disfrute de una comedia blanca y musical agradable.
Yo me ubiqué en éste último, porque más allá que vi “Fama”, “Grease”, “Footloose”, “Dirty Dancing” y “Xanadú”, también vi muchas películas de competencia estudiantiles de baile, canto y demás como “Fuga de Cerebros”, “Bring It On”, “Honey”, “Step Up”, “8 Miley” y “Billy Elliot” ó “High School Musical” y “Jump Up” para citar sólo algunas de las más recientes, cada una con su estilo y estética.
“Ritmo Perfecto” (USA, 2012) de Jason Moore, es una comedia estudiantil que narra la historia de Becca (Anna Kendrick), una joven con ambiciones musicales y un sueño (ser DJ) que ingresa a la universidad presionada por su padre que cree que “ser DJ no es una profesión, es un hobby”.El trato al que llegan es que si luego de un año Becca sigue sin querer modificar sus ambiciones podrá cambiar su destino.
Es así como llega a ingresar a “Las Bellas de Barden”, una girlband de música a capella para sumar puntos en actividades extracurriculares. "Las Bellas…” anteriormente contaban con mucho prestigio, pero se han quedado en el tiempo cantando canciones añejas y en su último intento de ganar la competencia nacional de canto sufrieron un accidente y se quedaron sin participantes.
Para sumar nuevas integrantes deben modificar su criterio de admisión (Las Bellas siempre fueron rubias con figuras increíbles) y es así como “Fat Amy” (Rebel Wilson), la “alternativa” Becca y otros personajes ingresan a la banda. El rival más fuerte de “Las Bellas…” son la boyband “Los soprasónicos”, banda que viene arrasando en todas las competencias.
Becca quiere que “Las Bellas de Barden” se aggiornen, como DJ tiene muchas ideas y ganas de incorporar Mashups y temas contemporáneos, pero Aubrey (Anna Camp), una estricta y tradicionalista joven que dirige al grupo, no se la hace fácil.
El título de la película “Pitch Perfect” hace referencia a la ARMONIA que deben lograr las jóvenes en cada una de sus interpretaciones, algunos integrantes lo logran más rápido que otros, y en algunas presentaciones no siempre llega el perfect pitch.
El director logra la armonía en una película que más allá de los temas musicales en competencia interestatal o en el Riff Off (batalla callejera de canto) se ríe de sí misma.
Película clásica de chica busca chico pero en medio compiten entre sí, se enojan, se perdonan y se enamoran nuevamente, con notas ácidas y críticas al mismo sistema que plasma, con actuaciones secundarias muy logradas (Parker Posey, Rebel Wilson) “Ritmo Perfecto” es un catálogo de la música y la cultura popular de los últimos, al menos, 30 años.
Así, podemos escuchar canciones como “Please don’t stop the music”, “The sign”, “Titanium”, “Turn the beat around”, “Eternal Flame”, “Spin Around”, "Butty Move", "Blame it on", "Just the Way you are", "The final Countdown", "It’s All Right", "I got the magic", entre otros, de interpretes como Rihanna, David Guetta, Madonna, Simple Minds, Bangles, Ace of Base, Roxette, etc.

http://www.justjaredjr.com/2012/09/24/pitch-perfect-soundtrack-listen-now/
Además repasa clásicos del cine como: “Rocky”, “Los Goonies”, “Tiburón”, “Star Wars” (la protagonista nunca la vió porque cree que la revelación de Dark Vader era un engaño: “Vader significa padre en Alemán, para que la voy a ver?”) y un merecido homenaje a “The Breakfast Club” (Becca le pregunta a su “novio” qué desayuna Judd Nelson, respuesta: “como todos los rebeldes hipocresía y café para aumentar su depresión”, increíble definición).
Divertida comedia, para ir al cine sin prejuicios y permitirse asistir a un casting gigante de American Idol o Popstars (lo mejor de esos programas) en la pantalla grande, y salir cantando y bailando o al menos participar de un Riff Off.