Rio

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Dotada de una estupenda galería de personajes, tanto del reino animal como del humano y de una formidable calidad audiovisual, Río se erige como una de las mejores piezas de animación digital de los últimos años. Producción de la Fox y Blue Sky Studios (La era de Hielo, Robots), el film supera esos productos y propone una burbujeante historia enmarcada en el marco fascinante de la ciudad de Rio de Janeiro y un colorido desfile de plumíferos, entre los que se destacan guacamayos –protagonistas- y tucanes. Precisamente su director es también brasileño, y para esa productora realizó como co director los films mencionados, y fue responsable exclusivo de las secuelas 2 y 3 de La era de Hielo y ahora vuelve a ser el único director en Río. Haciendo honor a su nacionalidad, Saldanha recrea la esencia de esa urbe –incluyendo las favelas y algunos sutiles toques sobre la pobreza, la marginalidad y la polución-, pero focalizando en sus íconos clásicos, mucho más aptos para el público infantil, como el carnaval, la samba y el fútbol. También el film se hace un espacio para mencionar las especies en peligro, a través de una trama en la que la dueña del último guacamayo azul macho del planeta se traslada desde Minnesota para unirla con su símil hembra en la ciudad carioca, tras lo cual arrancará una serie de frenéticas y bien dosificadas aventuras. La recreación del Sambódromo es notable, y lo propio de puede decir de los monitos arrebatadores, afines a otros animalitos antológicos como los pingüinos de Madagascar o las palomas de Bolt. Una banda de sonido espectacular completa una imperdible propuesta familiar.