Riddick

Crítica de Lilian Lapelle - Cine & Medios

Héroe del espacio

En esta tercera entrega, Riddick (Vin Diesel) ha sido dado por muerto luego de ser traicionado por Vaako (Karl Urban), pero se encuentra abandonado en un planeta desértico, sin manera de escapar. Allí debe encontrar la forma de sobrevivir, es así que durante la primera parte de la película vemos como se las rebusca para encontrar agua, alimentarse, y esquivar peligrosos animalejos característicos del lugar. Los paisajes del planeta son hermosos, todo tiene una coloración entre sepia y amarillo, que le da a la historia un clima muy interesante, mientras vemos a Riddik conociendo el lugar, y aprendiendo a vivir de sus recursos, junto a un fiel perro alienígena. Hasta que llegan los malos, y la historia vuelve a ser la de siempre, el paisaje y las hermosas escenas de supervivencia pasan a un segundo plano, Riddik vuelve a ser el mismo canchero de siempre que todo lo puede, mientras dos grupos diferentes llegan en enormes naves a cazarlo, y cuentan con toda clase de armas y adminículos para la tarea. En una nave llegan unos cazarecompensas, brutos y motivados por el dinero, en la otra un grupo más sofisticado y mejor preparado, motivado por la venganza.
Como siempre, con soltura y tiempo para hacer chascarrillos, Riddik puede solo contra todos los malos, y la película pierde el clima interesante del comienzo, pero logra un poco más de dinamismo y tensión. Así pasa a ser una más de esas películas de acción centradas en un fuerte personaje principal, que es el eje de toda la historia.
Con muy buenos efectos especiales, muy buena fotografía y un muy interesante diseño de elementos futuristas, esta película de acción es muy fuerte visualmente, tiene actuaciones regulares, con escenas y final esperable.
Más de lo mismo en esta nueva Riddick, pero cumple con las expectativas para aquellos que son fans de la saga, o de las películas de acción y ciencia ficción.