Riddick

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Nos habían dejado descansar nueve años. Cuando ya nos habíamos olvidado de la segunda parte, y porque no también de la primera, lo inevitable se hizo realidad. Los productores, pues convengamos que más que nunca éste es un filme pensado, pergeñado y diseñado por productores en busca de taquilla, haciendo pie sobre un personaje que se había agotado en la primera de la ahora una saga.

Pero, a ser justos, la primera media hora de éste filme atrapa desde lo estético, el manejo de la luz, el color, el sonido, las acciones de nuestro héroe tratando de sobrevivir solo en un medio sumamente hostil y desconocido.

Se lastima, corre, se cura, adiestra algo parecido a perros salvajes, en realidad tienen cuatro patas, orejas, cola, parecen perros, pero los quieren mostrar como pequeños monstruos con el único fin de enaltecer aún más la actuación del héroe.

Luego de ese espacio temporal en que el personaje juega a ser un Robinson Crusoe de un futuro incierto, el casi impregnado como un titán, pero esto ya era sabido de las anteriores entregas, se debe enfrentar a sus verdaderos antagonistas.

Un grupo de cazarecompensas, comandados por Santana, animado por Jordi Mollá quien desde su personaje y el carisma le agrega un toque de humor al filme, pues el resto de la construcción del relato, incluyendo todos los demás personajes, la transforman en un cliché de lugares comunes y relatos ya narrados.

¿De que va la historia? Riddick (Vin Diesel) es traicionado por su propia especie y dado por muerto en ese planeta desolado, lucha por la supervivencia contra depredadores alienígenas convirtiéndose en un ser más poderoso y peligroso que nunca. Pronto, algunos de los cazadores de recompensa de la galaxia lo irán a buscar, vivo o muerto, pero ellos no serán los únicos ya hay también un grupo comando que lo quiere vivo. Sin embargo los tendrá donde quiere, ya que él está preparado para perpetrar su venganza justo antes de regresar a su planeta de origen para salvarlo de la destrucción.

Los amantes de la saga estarán conformes, pero sabemos que la conformidad no alcanza.