Ricki & The Flash: Entre la fama y la familia

Crítica de Carlos Rey - A Sala Llena

Completar con canciones.

Ricki and the Flash (2015) es un sólido regreso de Jonathan Demme a las viejas premisas con las cuales construye sentido el cine americano clásico. Tomar un personaje central y excluyente (Ricki, la siempre genial Meryl Streep) como espina dorsal narrativa y modificarlo, ir cambiando sus motivaciones hasta que el personaje se sienta completo. Demme ejecuta este procedimiento sin tapujos y elige, entre todo el repertorio de canciones que interpreta la banda de Ricki, The Flash, a tres canciones en momentos centrales de la película para mostrar la transformación del personaje interpretado por Streep.

American Girl (Tom Petty and The Heartbreakers): “Ella no podía evitar pensar que había un poco más de vida en alguna otra parte, después de todo era un mundo enorme con muchos lugares a los cuales correr.”

Ricki es una madre que abandona a sus hijos y a su marido para cumplir su sueño de ser una estrella de rock. Demme lo deja claro en la primera secuencia cuando la banda toca American Girl de Tom Petty en una taberna de Los Angeles, Ricki quiere mirar el mundo como dice la canción, pero el plano general de un bar semi vacío con gente adulta solitaria y unos jóvenes que se ven en profundidad de campo y prácticamente desconocen la canción de Tom Petty, indican que el plan de Ricki no funciona cómo ella lo había planificado. La siguiente canción, de Lady Gaga, es una muestra de ello: el sueño rockero de Ricki es trunco, ella toca en un tugurio y trabaja en un supermercado apenas para sobrevivir. La llamada de su ex pareja Pete (Kevin Kline), para anunciarle que su hija ha sido abandonada por el marido y se encuentra en una crisis depresiva, hace viajar a Ricki al encuentro con su familia.

I Still Haven’t Found What I’m Looking For (U2): “He corrido, me he arrastrado, he trepado los muros de esta ciudad, sólo para estar contigo pero todavía no he encontrado lo que estoy buscando.”

El regreso con su familia comienza a cambiar a Ricki. Su hija le reclama por su ausencia, también sus hijos, uno que no la pretende invitar a su boda y otro que tuvo que esconder su homosexualidad. Una secuencia en un restaurante con diálogos filosos, secos, donde Demme muestra su pericia para filmar situaciones de alta tensión y Diablo Cody vuelve a las mejores líneas de diálogo que nos había ofrecido en Juno (2007). Cabe destacar que aquí las películas se conectan de manera circular; si bien en Juno una madre primeriza y joven daba a su hijo en adopción, el conflicto tiene la misma base: madres que dejan a los hijos por la imposibilidad de cumplir sus objetivos en la vida. Este viaje es fundacional para que Ricki piense en volver a ser Linda, su nombre real, y al regreso a su ciudad la presentación de The Flash con la canción I Still Haven’t Found What I’m Looking For de U2 se nutre como corazón y sangre de una búsqueda, como eje cinético y comunión e identificación central con el espectador. Ahí Demme muestra el génesis de algo y Diablo Cody escribe que a pesar del abandono existen las segundas oportunidades.

My Love Will Not Let You Down (Bruce Springsteen): “Sólo una cosa que tienes que saber, mi amor no te defraudará.”

Llegando el final redentor, The Flash interpreta My Love Will Not Let You Down de Bruce Springsteen y Demme lo muestra casi desde la pista de baile, viendo a la banda casi como una subjetiva del espectador, con toda la pericia rockera que nos había mostrado en la trilogía maravillosa de películas de Neil Young y hasta en el video Streets of Philadelphia del propio Bruce. Una parte del viaje finaliza, así por primera vez todos se muestran felices y relajados como si la vida se pudiera completar con canciones.