Revancha

Crítica de Lisandro Liberatto - Alta Peli

Un “grandes éxitos” de la saga Rocky que ni un comprometido Jake Gyllenhaal puede salvar.

Madura en K.O.

Billy “The Great” Hope (Jake Gyllenhaal) tuvo una infancia difícil. Abandonado de pequeño, se crió un orfanato mientras recorría las oscuras y peligrosas calles de Hell’s Kitchen, en Nueva York durante la década del 80. Ya en su adolescencia logró encaminar su vida con la disciplina que le entregó el boxeo, donde fiel a su estilo de ir siempre hacia adelante se hizo un nombre dentro del deporte, llegando incluso a coronarse campeón mundial y cobrando bolsas millonarias. Se casó con Maureen (Rachel McAdams), su novia de toda la vida, y tuvieron juntos una hija. Hoy la vida de Billy es la de una estrella.

Pero las cosas cambian de un momento a otro cuando, comenzando con la muerta accidental de su mujer Maureen, Billy pierde absolutamente todo: sus títulos, su dinero, sus amigos y la tenencia de su hija, por la quien luchará a toda costa para recuperar. Para esto buscará volver a poner en marcha su carrera y contará con la ayuda de Tick Wills (Forest Whitaker), un experimentado entrenador de boxeo que le hará repensar su estrategia tanto, en el deporte como en su vida.

Revancha (o Southpaw en su idioma original, término que se usa para definir a los deportistas zurdos) es una de esas películas que entrega menos de lo que promete. No es que lo nuevo de Antoine Fuqua (Día de Entrenamiento, El Justiciero) sea algo imposible de ver, incluso es hasta todo lo contrario. Está filmada al mejor estilo documental como tanto le gusta a su director, con mucha cámara en mano que se mete de lleno en la historia y hace que las secuencias de pelea sean fácilmente de los mejores momentos que tiene para ofrecer el metraje. Tampoco decepciona por el lado de las interpretaciones. Tenemos a un Jake Gyllenhaal claramente comprometido con su papel de Billy Hope, quien aparte de lograr un increíble cambio físico (sobre todo si tenemos en cuenta como estaba en su anterior film Primicia Mortal) entrega realmente una buena interpretación, cargada de desafíos físicos y emocionales de los que sale airoso. Lo mismo podemos decir de sus compañeros Rachel McAdams y Forest Whitaker. La primera en un papel que, al igual que a Gyllenhaal, le da la oportunidad de crear un personaje vistoso y de los que no abundan en su filmografía. Mientras que Whitaker no tiene ningún problema con su rol de entrenador que, a fuerza de experiencia y sabiduría, deberá ayudar a Billy a volver a encaminar su vida.

Pero los problemas llegan por el lado del guión, o más bien de la historia. Kurt Sutter venía de participar en dos de las mejores series que vió la televisión norteamericana -y mundial- en los últimos años. Por un lado escribió varios libretos para el policial The Shield, y por el otro creó Sons of Anarchy. Por lo que podemos afirmar que no es ajeno a las historias con personajes atormentados y/o de moral ambigua, y que busca empujar un poco más allá los limites de lo establecido. Pero muy poco de ese estilo que lo volvió un guionista a tener en cuenta se traslada a la película. Es cierto que Revancha toca todas las teclas correctas, nos emociona cuando nos tenemos que emocionar y nos exalta cuando nos tenemos que exaltar, y los arcos argumentales están bien definidos al igual que sus personajes… pero todo el tiempo se siente familiar. Es una historia que ya vimos, protagonizada por gente que ya conocemos y a la que nos podemos adelantar y adivinar paso a paso todo lo que va a suceder. Sin ir más lejos podemos tomar la saga de Rocky Balboa, de la cual esta película parece una suerte de “grandes éxitos”. Todo lo que veremos en Revancha ya se vio a lo largo de los seis films protagonizados por Sylvester Stallone. Incluso hasta con escenas casi calcadas, como en la que Clubber Lang irrumpe una nota que está dando el Rocky en Rocky III y le reclama que pelee contra él. Hasta deja en evidencia y resalta todavía más lo importante que fue Rocky para el mundo del cine, ya que a casi 40 años de su estreno sigue siendo un modelo a seguir -demasiado al pie de la letra en este caso- de como crear un montaje de entrenamiento y pelea.

Conclusión

Quizás si la película no hubiera tenido a su favor el compromiso de un actor de la talla de Jake Gyllenhaal. O las buenas labores en el reparto de secundarios como son las de Rachel McAdams y Forest Whitaker. O la expectativa creada por el debut de su guionista Kurt Sutter en el mundo del cine luego de una más que exitosa década en la televisión. O las simples ganas de verla que pueda causar teniendo al a veces errático pero siempre entretenido Antoine Fuqua detrás de la cámara. Quizás si Revancha no tuviera todo eso a su favor, no hubiera dejado ese terrible gusto a poco que deja en la boca cuando empiezan a correr los títulos. O peor aun, esa sensación que nos queda de que esto ya lo vivimos en otras películas.

Se le agradece a Fuqua el look visceral, casi documental, que le aplica al film. Pero eso simplemente el envoltorio de algo que, cuando se termina revelando, es mayormente una decepción.