Revancha

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

Un exitoso boxeador, con buena vida y todo eso, lo pierde todo por una tragedia. Encuentra entonces su fuerza interior y vuelve a empezar desde abajo hasta reencontrarse con el éxito (más o menos) y con la vida. Seguramente ha visto un millón de films similares y no es casualidad: Revancha es una especie de revisión de los lugares comunes de las películas de boxeadores por lo menos desde Rocky -y la tradición es mucho más extensa. De algún modo, estos relatos se han convertido en bastidores para dos elementos: la actuación y la capacidad de los realizadores de transmitir sensorialmente lo que les sucede a los personajes. En el primer campo, la película está bien, con Jake Gyllenhaal transformando su cuerpo (es un poco zonzo eso de elogiar la transformación física de un actor, algo más deportivo que artístico) y con un Forrest Withaker que flirtea con la sobreactuación sin caer en ella, más una Rachel McAdams precisa. En el segundo campo, el artesano ocasionalmente interesante Antoine Fuqua narra de modo impersonal pero le imprime sangre y fuerza tecnológicas a las secuencias de peleas, que en última instancia son las que sostienen el interés de la película. El film es, de todos modos, tan apegado a sus fórmulas de base que la única manera de describirlo es utilizando uno de esos horribles lugares comunes de la crítica. Revancha es un “sólido entretenimiento”.