Revancha

Crítica de Leonardo González - Río Negro

"Revancha": ¡Maldito Stallone!

¡Maldito Sylvester Stallone! Sí, maldito. Es que el actor puso la vara muy alta con Rocky (1976): 10 nominaciones al Oscar de las cuales obtuvo 3, incluido Mejor Película. Nunca se han visto peleas en pantalla grande como las protagonizadas por el Semental Italiano, y pocas veces un personaje logró que lo alentaran y vitoreasen al unísono en un cine. Es que Rocky, hace casi ya 40 años, enamoró al público, no sólo como boxeador sino también como persona. Los personajes, la historia, el contexto, todo funcionó perfectamente en ese filme. Poca gente recuerda, o sabe, que el guión fue escrito por el propio Stallone. Por eso lo maldecimos. Y lo hacemos porque todas las películas sobre el ring que han venido después viven bajo la sombra de ese largometraje (y su saga), en mayor o menor medida. A este "flagelo" está sometido "Revancha", la nueva película del gran director Antoine Fuqua.

Billy Hope (Jake Gyllenhaal) es un boxeador que se hizo de abajo. Nació en un barrio pobre y al no tener familiares pasó su infancia en instituciones para menores, pero allí su suerte cambiaría. Comenzó a boxear como deporte y conoció a Maureen (Rachel McAdams), quien se convertiría en su esposa. Pronto se hizo un boxeador profesional y Billy se convirtió en campeón mundial de peso semipesado invicto.

Amasó una fortuna, compró una mansión, autos deportivos, se rodeó de lujos y con su mujer le dieron todos los gustos a su adorable hija Leila (Oona Laurence).

Pero un buen día, el destino golpea la puerta de Billy y una inesperada tragedia ocurre: su mujer es asesinada en un episodio confuso, pierde su fortuna, le quitan su licencia de boxeador, su manager (50 Cent) lo abandona a su suerte y descuida tanto a su hija que ella termina en el servicio de protección a menores. Billy Hope toca fondo. Para tratar de recuperarla (y recuperarse a sí mismo) acudirá a Tick Willis (Forest Whitaker), un boxeador retirado, dueño de un austero gimnasio, que lo ayudará a recobrar y a entender cuáles son las cosas importantes de la vida.

"Revancha", por la trama, hace que se nos venga a la memoria al menos dos películas de Rocky: la tercera y la quinta parte.

Billy tiene un rival llamado Miguel Escobar (Miguel Gómez) que lo busca para arreglar una pelea. ¿Se acuerdan de Clubber Lang (Mr. T)? Billy pierde absolutamente todo y debe volver a las calles. A Rocky le pasa lo mismo en Rocky V(1990), con la única diferencia que se hace entrenador.

Ya lo dijimos: es culpa de Stallone por haber hecho tantas películas. Pero eso hace ruido. Es que la trama se hace previsible y todo lo que pueda llegar a ocurrir, el espectador ya lo intuye.

Hay varias cosas para destacar en la película. Una es Antoine Fuqua, el director, que tiene una facilidad y sabiduría magníficas para saber dónde poner la cámara para contarnos la historia. Además, las escenas de las peleas son bastante originales. Otro punto a favor son los actores: hay que destacar a la nena, Oona Laurence; y rendirse ante el duelo actoral que nos proponen en pantalla Gyllenhaal (¿estará nominado a algún premio?) y Whitaker. Conmueve verlos trabajar a estos muchachos. Dato inútil: en una escena lo nombran a Sergio "Maravilla" Martínez… Argentina potencia.

Para que quede claro. La película entretiene, es llevadera, no abusa de golpes bajos y tiene mucho talento en pantalla. Lo que le quita un par de puntos y no logra que nos noquee es ese tufillo a "ya conozco esta historia".

Es que ya lo dijimos: ¡Maldito Sylvester Stallone!