Retrato de propietarios

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Es difícil de explicar la propuesta de Joaquín Maito para quienes no son afectos al cine experimental o de autor. Me permito decir que no es este un documental puro, a pesar de que posee mayoritariamente, segmentos de observación en campo.
Maito busca en "Retrato de propietarios" crear una historia a partir de una serie de escenas curiosas que encuadran una posible trama que implica a gatos, transmitiendo desde una isla "un mensaje libertarario" hacia el mundo. Los perros, afectados por la transmisión, comienzan a ser afectados por el mismo y proceden a buscar entre ruinas y escombros, un lugar distinto para vivir.
No se si puedo decirles mucho más, porque siento que la película es un compendio de imágenes bellamente filmadas, rodadas en distintos países (las de Japón son destacadísimas) que se intentan ofrecer como "conectadas" de alguna manera para ofrecer cierta sensación de unidad temática. Está bien filmada pero si no entraste en sintonía, se hace un poco monótona pasados al promediar la proyección.
Es evidente que el recorte que hace Maito establece la vinculación necesaria para que esto que él plantea, tenga su correlato en las imágenes. Creo que "Retrato de propietarios" es una película que cada uno arma de acuerdo a su interpretación y si bien esto es un universal para el cine, en este caso, si no te dejás llevar por la atmósfera, esta no termina siendo una cinta cómoda para ver. Más allá de que podamos coincidir en la trama básica (por así decirlo), todo es sensorial.
Lo cual, desde ya, no está mal. Habla de un poder de creatividad importante, componer desde lo que se tiene e invitar a una experiencia distinta. Maito tiene condiciones para eso.
En cierta manera, arriesgo a decir que "Retrato..." podría ser un inicio de una gran carrera. Se nota al jóven director como un hombre que tiene ideas claras y busca condensar lo que percibe, ofreciendo su visión del cine para interpretar algún aspecto de la realidad que le interesa poner en relieve. El formato y los recursos, pueden ser discutibles.
Y como siempre digo (y los documentalistas se enojan), algo hay que hacer con respecto al género: o educamos al espectador para que lo valore y pueda entenderlo y disfrutarlo (y esto es todo un tema complejo en sí) o seguimos proyectando para 20 espectadores films que no duran dos semanas en cartel. Creo que el tiempo para tomar este tipo de decisiones, es hoy.
Volviendo a "Retrato de propietarios", podría decirse que es un documental de observación que bucea dentro de una presunta historia de animales enfrentados. Pero que busca, a la vez, no ser leído como tal. Pienso, además, que su visionado no es accesible si no estás totalmente abierto a sintonizar con la historia y el marco creativo que presenta.
No me terminó de cerrar "Retrato...", más allá de esto, porque creo que necesita un público abierto, fresco y dispuesto a tener paciencia en su degustado. Y no doy el perfil para disfrutarla, amo la ficción.
Me reconozco además, perezozo como espectador, lo se. Pero tengo en cuenta aquí, el valor experimental de la propuesta y creo que es original y es una interesante carta de presentación para su director.