Retiro voluntario

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Lucas Figueroa es un nombre prominente por haber realizado un cortometraje, Porque hay cosas que nunca se olvidan, que entró en 2011 en el Libro Guinness de los Records Mundiales por ser el corto con mayor cantidad de galardones obtenidos. Esto derivó a que en 2013 debute en la dirección con la producción española Viral. Retiro Voluntario es su segunda película.

Dos Hombres en Pugna:
Javier, un empresario español radicado en Buenos Aires, debe hacer lo que sea para evitar que una cantidad considerable de empleados a su cargo sean despedidos a causa de unos recortes presupuestarios. Tarea nada fácil no solo por la envergadura del desafío, sino porque debe lidiar con un hombre que está dispuesto a hacerle la vida imposible, ya que perdió una entrevista de trabajo a causa de un cruce que tuvo con Javier.

El guion de Retiro Voluntario es rico en sendos obstáculos para sus protagonistas, pero tiene el serio problema de no lograr que el espectador se preocupe por lo que le pasa a los personajes. Los presenta en su entorno y va derecho al conflicto, sin escalas. No se molesta en presentar con profundidad o claridad las fallas de carácter que el conflicto principal pondrá a prueba. Por otro lado, cuando el guion decide presentarlas es ya muy avanzado el metraje y, por una cuestión de contexto de las escenas, resulta forzado y explicativo.

Hay un chiste recurrente en el cual los personajes españoles tratan de congraciarse con la comunidad argentina, utilizando coloquialismos típicos nuestros. En honor a la verdad, es el equivalente de enseñarle a un extranjero una vulgaridad local para ver cómo aprende a usarla. Es algo que da risas momentáneamente, pero no ayuda a que la historia avance o siquiera que el gesto quede lo suficiente en la memoria del espectador.

En materia actoral, tanto Imanol Arias como Darío Grandinetti prueban ser competentes en los personajes que les tocaron componer, adjetivo también aplicable a la química que hay entre ellos. Si no llegan a brillar del todo es porque el guion no les dio la suficiente materia prima con la que trabajar. Luis Luque entrega los pocos momentos verdaderamente hilarantes de la cinta, aunque de tanto en tanto exagere un poco. Hugo Silva hace lo que puede y Miguel Ángel Solá es desaprovechado en un papel que podían habérselo escrito con más sustancia.

El apartado técnico es bastante prolijo, en materia fotografía y montaje. La dirección de arte destaca un poco más al ilustrar con eficiencia el contraste entre el elegante pasar del mundo que habita el personaje de Imanol Arias y el pasar más rústico del personaje de Grandinetti.

Conclusión:
Aunque tiene labores interpretativas y técnicas bastante prolijas, Retiro Voluntario se queda corta en su objetivo por no solidificar lo suficiente el punto de partida de sus personajes. Esto trae como resultado que su estructura narrativa sea percibida como una concatenación de chistes entre dos personajes, sin otra profundidad que la diferencia de clase que los separa.