Retiro voluntario

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

Caso curioso el de Lucas Figueroa, realizador argentino que hace más de 20 años se encuentra en España desarrollando una carrera que le ha permitido dirigir una serie de cortos laureados y el filme “Viral” con el que consiguió, rápidamente, el respeto de la industria Ibérica y un lugar en ella.
Caso curioso también el que haya decidido enmarcar su nueva producción en nuestro país, pero rodándola en España y con un elenco multinacional que suma a figuras de la talla de Imanol Arias, Dario Grandinetti, Miguel Ángel Solá y Hugo Silva, entre otros, exitosos intérpretes que aceptaron el reto de esta película llamada originalmente “Despido Procedente” (2017) y conocida aquí como “Retiro Voluntario” y que es un híbrido entre comedia y drama.
Son de la partida también Paula Cancio, Luis Luque, y Juan Grandinetti, quienes hacen lo que pueden con un guion completamente inverosímil y plagado de lagunas, inconsistente por momentos y que retrasa en algunos planteos, pero mucho más en su mirada misógina del relacionarse con el mundo con supuestos gags y bromas sincopadas desconectadas del total de la narración.
El plot es algo así como la imposibilidad de un workaholic, jefe de área en una empresa multinacional (Arias), de seguir empleado, y que verá cómo su suerte cambiará de un momento a otro al realizarse algunos cambios en su ambiente laboral.
Figueroa dispara algunas puntas para comprender cómo es que este personaje llamado Javier (Arias) llega al momento decisivo en su trabajo y también cómo es que se relaciona con un misterioso hombre que a partir del preguntarle dónde queda una calle terminará por extorsionarlo para que le brinde una suma de dinero a fin de callarse cierta información que posee sobre él.
En “Retiro Voluntario” todos los personajes son dibujados con trazos gruesos, estereotipados, ubicándolos en una época que bien podría haber sido los noventa de Menem, pero que se asemeja mucho a la coyuntura política y económica actual del país, una Argentina vacía de ideas, con medios de comunicación a merced de intereses empresariales y con muy poco que decir.
Y ahí queda el único punto a favor que podría encontrarse a la propuesta, su capacidad de conectarse con un estadío real de la actualidad, para retirarse a un laberinto de improvisación, escatología y excesos que no termina por cumplir con ninguna de las funciones que como entretenimiento debería cumplir.
“Retiro Voluntario” es un episodio largo de una mala serie coproducida con España, con actores que intentan ponerle algo de entusiasmo a aquello que les ofrecieron, pero que no terminan por encontrar el tono justo para decir nada.
Por ejemplo, Luis Luque ridiculiza hasta el hartazgo aquel personaje que ya ha presentado en “Soy Tu Aventura”, un producto menor, pero que, en comparación con las pretensiones de esta prouesta, termina por elevarse a la categoría de cine, algo que ni Figueroa ni sus acompañantes han podido comprender en esta oportunidad, malogrando la oportunidad de celebrar el regreso de Imanol Arias al cine local, y de festejar que una comedia pueda reflexionar sobre la situación laboral actual.