Resident Evil 5: La venganza

Crítica de Rodrigo Rojas - La Voz del Interior

El juego de la acción

La nueva ficción científica de Paul W.S. Anderson basada -libremente- en el videojuego Resident Evil es, con todas las discusiones y contradicciones que pueda acarrear la unión de estas dos plataformas, una de las traducciones más interesantes que se hayan hecho de un game a la pantalla grande.

Es que en Resident Evil 5: la venganza, quinta entrega protagonizada nuevamente por Milla Jovovich, el director parece revertir la tendencia de los nuevos games, que intentan brindarle al jugador una experiencia cada vez más parecida a la cinematográfica, para reforzar con su estética de filmación la narrativa de los videojuegos y acaso presentar todo como una enorme interface donde se desarrollará la acción.

Así, la trama que se desarrolla dentro de unas instalaciones subterráneas de la corporación Umbrella, y de las que la bella heroína Alice debe huir, adopta el formato de videojuego. En este sentido, la reaparición de la "Reina Roja", personaje de inteligencia artificial que pergeña los planes apocalípticos de la entidad, funciona como un gran cerebro del juego, asignando misiones y cambiado los escenarios.

Más allá de este interesante traspaso, Resident Evil 5 está lejos de brillar en su resultado final. Aunque su oscuro inicio, donde una secuencia en reversa retoma el final de Ultratumba, e inmerso en estridentes efectos 3D, lleva al espectador hacia una pantalla tridimensional donde la protagonista realiza un esclarecedor recuento de las sagas anteriores es implacablemente prometedor, de allí en adelante la historia parece cambiar radicalmente para plantarse en el plano de la estricta acción.

Con una trama tan simple como por momentos desconcertante, el lacónico guión da la sensación de quedar cargado de preguntas con respecto a la historia que se traza durante los cinco filmes, o al menos funcionar inequívocamente como metalenguaje para los avezados seguidores.

Aunque en Resident Evil 5 toda la tensión aún siga bien depositada en la bellísima y carismática Milla Jovovich y el personaje de Alice le quede perfectamente moldeado a sus atributos, la historia bien podría ganar con la profundización de otras figuras como la de Michelle Rodriguez. En este intento fallido, la aparición de distintos personajes extraídos del videojuego (como León y Ada Wong) que poco se asemejan en cuanto a personalidad y condiciones a los del game, lejos de aportar intensidad sólo irritarán a los más fanáticos cultores de la saga.

Sin embargo no todo está perdido, quienes se aproximen al filme sin pretensiones esclarecedoras y se entreguen a los efectos en tres dimensiones, disparos, zombies, mutantes y peleas cuerpo a cuerpo, podrán disfrutar de una inmejorable realización técnica.