Relatos salvajes

Crítica de Luis María Fittipaldi - RosarioCine

La Violencia está en Nosotros

Sin dudas, Damián Szifron es un director con toda una estructura para un cine industrial y prediseñado al éxito. Sus antecedentes puros como las series de TV: "Los Simuladores" y "Hermanos y detectives", más dos filmes "El Fondo del Mar" y "Tiempo de Valientes" son todo material meritorio. Esta nueva producción lo acerca a un cine de relatos en historias breves al igual que lo hacia aquel cine italiano de los años 60 con "Los Monstruos", "Los Complejos", etc. en este caso son verdaderos cuentos feroces que se encargan de mostrar lo mal que esta el ser humano de ciudad, y como estamos tan llenos de violencia y furia, la cual nunca será manifestada por igual en todos. Por suerte.

Szifron marca el territorio que nos completa el cinismo, la decadencia moral, la hipocresía, y mas que nada como se nos "suele soltar la cadena mal". Habremos bajado del árbol pero nuestro salvajismo aflora cada tanto, y con esta consigna mezclará personajes variopinto y situaciones extremas. El primer esquicio es una suerte de burla a lo "Alfred Hitchcock presenta" que sirve para anteceder a los títulos y ofrecer una muy divertida historieta acerca de un enigmático personaje llamado Pasternak. La segunda historia es un muestrario de cine "gore" con una excesiva Rita Cortese y una excelente Julieta Sylberberg.
Después viene el -quizás- más feroz y reaccionario relato sobre los excesos ruteros de un imbécil (Leo Sbaraglia) a un lugareño circunstancial. En tanto el de Ricardo Darin como un ingeniero en explosiones intentando entender los abusos burocráticos oficiales que lo llevarán a mostrar su lugar más oscuro a la manera de Michael Douglas en "Un Dia de Furia", es muy divertido al ponerse en manifiesto con un tema edulcorante -de fondo musical- como aquel del programa de TV: "La salud de nuestros hijos" del Dr. Socolinsky. Aunque aquí podríamos a apelar aquello de "De que cornos se ríe la hiena..????".

La penúltima historia es un dechado de corrupción y manipulación en un padre de dinero que no sabe como ocultar el accidente que cometió su hijo adolescente, aquí el remate de lo narrado no es tan sorpresivo como uno puede esperar, pero Oscar Martínez está estupendo en su rol.
Para cierre aparece Erica Rivas (que actriz superlativa!)que en su fiesta de bodas descubre la infidelidad de su flamante marido, y protagoniza casi un parodia "Buñuelesca" de las caretas miserables que habitan nuestra sociedad, y todo el circo del matrimonio.
La pelicula es tan buena como efectista, y no da lugar al tedio, entretiene soberanamente y supera expectativas.