Rehén de ilusiones

Crítica de Hernán González - Otros Cines

Volver al pasado

El director de los títulos kilométricos (Hombre mirando al sudeste, No te mueras sin decirme adónde vas, El lado oscuro del corazón) vuelve a los cines argentinos con Rehén de ilusiones, en la que cuenta la historia de amor entre un escritor y docente universitario (Daniel Fanego) y una ex alumna (Romina Ricci) con la que se encuentra una década después.

El cine de Subiela es inoxidable. Esto, que para muchos realizadores es una marca de vigencia, aquí funciona a la inversa: las formas y los temas de su cine son los mismos desde hace veinte años. Así, podríamos fechar a Rehén de ilusiones como un producto de fines de los '80 o principios de los '90 y a nadie le parecería extraño.

Película anacrónica de punta a punta, estamos ante otra típica aproximación del director a sus temas predilectos: los amores prohibidos, lo fantasmagórico, las obsesiones y, ay, la locura, encarnada en este caso a través de una supuesta persecución de los militares. Otra muestra más de una película que nació perimida.