Refugiado

Crítica de Violeta Bruck - La Izquierda Diario

Los planos de un niño sentado en medio de un pelotero, pero sin jugar con los demás, pensativo, algo triste, dan comienzo a un relato que será contado desde su punto de vista. Refugiado es la historia de la huída de Laura y Matías, una madre embarazada y su hijo de siete años, quienes son perseguidos y acosados por la violencia de un padre y marido que sin necesidad de mostrarse, no deja de estar siempre presente. En su recorrido, escapando de Fabián, Laura y Matías se ven obligados a abandonar su casa y deambular por las calles de Buenos Aires, un escenario salvaje en donde se respira la misma violencia y opresión que rodea sus vidas.

Se trata de la cuarta película de Diego Lerman, director de Tan de repente, Mientras tanto y La mirada invisible, con las destacadas interpretaciones de Julieta Díaz -Laura- y Sebastián Molinaro -Matías-. Refugiado partió de un intenso trabajo de guión e investigación que llevó casi tres años, con entrevistas a muchas mujeres que vivieron situaciones de violencia, una base de testimonios reales, historias de huídas, golpes y muerte que aportaron los detalles de esta historia.

Las elecciones narrativas del director son un punto de apoyo sólido para la construcción del relato. La violencia de Fabián está fuera de campo, y lo que muestran las imágenes son las consecuencias y los rastros que ésta genera.

Laura y Matías escapan de un personaje tan presente que no necesita mostrarse. La violencia de género, la opresión de la mujer, el machismo, la sociedad patriarcal, se expresan por todos los poros aunque no le veamos la cara. El protagonista más temido, el que acosa con llamadas constantes, el causante del miedo y la huída atropellada, no tiene imagen, no necesita tenerla, lo conocemos.

Sebastián Molinaro logra una gran interpretación de Matías. La actuación, como toda práctica artística tiene un gran porcentaje de juego, de espacio lúdico, y en este sentido podemos sentir que es el niño actor quien confluye con el niño personaje aportando uno de los principales elementos de la película. La mirada inocente y desprejuiciada, la forma de relacionarse con otro niños, se contrapone a la violencia y opresión que lo rodean. Desde las primeras escenas en donde Matías acompaña a su madre golpeada con su capa de superhéroe hasta su protagonismo en el final, el personaje infantil aporta una mirada sensible y profunda que sostiene el relato en medio de un mundo adulto cruzado por complejas relaciones y duras experiencias.

En medio del dolor, del miedo, del escape apurado, se destacan los gestos solidarios de otras mujeres, como sus compañeras de trabajo. Laura trabaja en un taller de costura y en un momento de su huída pasa para ver a sus compañeras. Allí las imágenes descubren un escenario conocido. El taller de las mujeres solidarias que juntan dinero para ayudar a Laura es la textil Brukman, en la película no hay ningún cartel que lo diga, pero las imágenes son conocidas por muchos de los espectadores. Algunas de las extras que participan de esta escena son las trabajadoras de la textil. Una escena de ficción que no cae del cielo sino que tiene sus antecedentes en la historia de lucha y solidaridad de muchas de las obreras de esta fábrica.

Según el director "Refugiado es una road movie urbana y una suerte de thriller doméstico a la vez". A estos elementos de género hay que agregarle que tiene un muy buen trabajo de dirección de fotografía, -a cargo del polaco Wojciech Starony- y puesta de cámara. Elección de subjetivas, cámara en mano, búsquedas de foco y movimientos fluídos que acompañan el escape y aportan su parte para trasmitir esta historia.

Ficción y realidad

El martes pasado se realizó el pre estreno de Refugiado en el cine Gaumont. Después de la proyección hablaron al público presente el director y dos mujeres que sufrieron situaciones de violencia de género. Ellas fueron entrevistadas durante la investigación, y también se sumaron al elenco de la película. Karina comenzó diciendo que vive la misma situación que narra Refugiado, explicó que además de la violencia machista es víctima de las leyes que son responsables de que no pueda ver a su hija desde hace días, porque el padre golpeador es quien tiene la tenencia. La realidad y la ficción se cruzan, y agregó que no sólo los golpes son la violencia, sino también el hecho de que no les crean, de que se invisiblice el problema, de que hay una sociedad que es la que sigue siendo violenta. También habló María quien contó que cuando volvió del último día de filmación tuvo que vivir casi la misma situación de la película, esta vez en la vida real. Ese mismo día tuvo que armar una mochila e irse de su casa junto con su hija. Como en la ficción ella contó que los acosos siguieron por teléfono. Ellas felicitaron a Diego por la película, de que a pesar de ser hombre se ocupó de este tema, y agregaron que fue una experiencia movilizadora.

Diego terminó la presentación contando cómo el origen de la película tuvo que ver con un golpe de la propia realidad "Un día llegaba a la productora Campocine donde trabajo todos los días y ví que en la puerta había policías y manchas de sangre en el suelo. Ahí me enteré de que un tipo disfrazado de viejo les había disparado a su mujer y a sus hijos cuando iban hacia la escuela. Les había vaciado un cargador". Este fue en caso muy resonante en el año 2010, parte de las enormes estadísticas cotidianas. Para Lerman "La violencia de género es algo estructural, enquistado en la sociedad argentina... en el mundo entero esto es algo que se origina en el inicio de las sociedades. Por momentos tengo la sensación que estamos frente a un verdadero genocidio cotidiano en el que aparecen casos y más casos...", " Espero que la película ayude a visibilizar la problemática, y que genere debate y pensamiento crítico".

Una película con este contenido no es casual en Argentina, donde una mujer es asesinada cada 30 horas. Donde la violencia de género y la cosificación de la mujer se transmiten diariamente por TV a través publicidades y programas con conductores machistas o contenido misógino. En medio de esta situación el estreno de Refugiado aporta con su historia y creatividad, a la tarea de hacer visible una realidad para buscar transformarl