Red

Crítica de Martín Fraire - País 24

Los simuladores

“Existe algo más importante que la lógica: la imaginación”. Alfred Hitchcock.

En muchos casos, una película de acción raya el inverosímil a punto tal que resulta hasta divertido. Sin embargo la línea que separa esta superación de la realidad con el ridículo es verdaderamente fina.

Y esto es algo que se tiene que tener muy en cuenta a la hora de analizar un film como Red. Porque si esperamos ver en la pantalla una cinta que intente mostrar cómo es la vida de un agente de la CIA retirado, pues esta no es la opción correcta.

Empecemos por el principio. Bruce Willis encarna a Frank Moses (cuyo nombre no pude separar nunca de la mítica Moses supposes que bailan Gene Kelly y Donald O’Connor en Cantando bajo la lluvia, aunque eso fue un problema mío), un "Retired and Extremely Dangerous", que decide reunir a su viejo equipo de trabajo, luego de que un grupo comando intenta asesinarlo, para ir en busca de aquellos que ya no lo(s) quieren con vida.

Y aquel “viejo equipo de trabajo” no es más que la conformación de un reparto de estrellas verdaderamente tentador. También hay que decirlo: las conocidísimas caras que están detrás de este proyecto forman parte de su principal atractivo.

Además de los naturalmente disfrutables papeles de Morgan Freeman, John Malkovich y Richard Dreyfuss; lo destacable es ver a una actriz de la talla de Helen Mirren, encarnando a una asesina despiadada capaz de disparar incluso contra los que ama, sin perder el encanto de una “reina”.

Pero en este combo de acción y comedia, que prolijamente logró armar el alemán Robert Schwentke (Plan de vuelo), también hay desatinos, que se notan principalmente en la parte humorística.

Porque si bien el film evita el remate obvio, los pasajes que deberían ser graciosos (con el personaje de Malkovich en plano còmic relief), en realidad no lo son tanto y la ironía pierde el hilo que sí se sostiene de mejor manera con las escenas de acción. A esto se suma una pomposa banda de sonido que apabulla con la innecesaria imperiosidad de marcar el ritmo del relato.

Basado en una novela gráfica de DC escrita por el gran Warren Ellis, la propuesta de Red se asemeja a títulos como Matar o morir, o Se busca. Básicamente se trata de una película desenfadada, con muchas balas, algunos chistes graciosos y una estética comiquera, fruto del legado que dejara Sin City en su momento.

A diferencia de Mamma mía, donde parecía que sólo los actores se divertían, aquí el entretenimiento se traslada desde la pantalla exitosamente, prioritariamente por la buena química que se genera entre todo el elenco.

Queda en el tintero la relación con –para nombrar filmes de este año- Los indestructibles y Un hombre solitario, donde cada uno a su manera buscaba la reivindicación no sólo de actores ya mayores, sino de personajes que no logran aceptar el paso del tiempo ni la posibilidad de alejarse de aquello que termina por convertirlos en lo que son. Algo similar sucedía con el sargento James que tan eficazmente interpretó Jeremy Renner en Vivir al límite.

Para ser concretos. Quienes se dispongan a pagar una entrada para ver Red tienen que saber lo que van a encontrar, de otra manera, difícilmente sean seducidos por este metraje.

Si están dispuestos a digerir una historia inverosímil pero entretenida, desfachatada pero prolija a la vez; entonces es muy probable que esta nueva cinta alcance su cometido: divertir con caras conocidas, ritmo frenético y algunas explosiones bien realizadas.