Rebobinado

Crítica de Bruno Calabrese - Cine Argentino Hoy

Retrocediendo en el tiempo. Crítica de «Rebobinado» de Juan Francisco OtañoInicioEstrenosRetrocediendo en el tiempo. Crítica de «Rebobinado» de Juan Francisco Otaño

30 julio, 2019 Bruno Calabrese
Viajes en el tiempo, amor y rock en una aventura llena de situaciones absurdas y delirantes ideal para nostálgicos de la cultura del VHS. Por Bruno Calabrese.

¿Que hecho de tu pasado cambiarías que podría mejorar tu presente? Con esa premisa, Juan Francisco Otaño nos trae en su opera prima la historia de Alejandro, un joven de 30 años. Un recuerdo de un amor no correspondido de la infancia le impide ser feliz. Sueña con ser como los protagonistas de las películas, pero en realidad su vida es monótona y aburrida. Un día descubre una antigua casetera “mágica” que tiene el poder de transportarlo a través de la música al recuerdo, el año 1998, el día exacto cuando su corazón se rompió. Alejandro buscará desesperadamente reescribir el recuerdo que tanto lo marcó.

En clave de humor nerd, «Rebobinado» es un compendio de referencias a la cultura pop. Desde el inicio mismo con el clásico anuncio de Gativideo que venía en las películas en VHS hasta la presentación de los compañeros que le hacían bullyng al estilo videojuego de Atari, como en «Scott Pillgrim vs the world» con Michael Cera. Todo es referencia a hechos de la infancia del protagonista. Alejandro es fanático del cine, al punto de llorar con el final de «Casablanca» de manera compungida. Su habitación está decorada con poster de películas clásicas del cine, un típico nerd salido de la serie «The Big Bang Theory».

Pero no solo de eso se nutre la película, también se dedica a parodiar situaciones de la historia de la televisión y del rock argentino. Como el bloque donde Alejandro mira el programa «LTA TV» e imitan situaciones de rockeros frente a la pantalla, como la entrevista de Charly García con Jorge Lanata o el enojo de Pappo con un periodista de Much Music o el encuentro del movilero con Andrés Calamaro y la clásica frase «situación de estupefacientes, salas de ensayo» en Plaza de Mayo.

Más allá de las referencias y ocurrentes parodias, Matías Dinardo se lleva todos los aplausos en el rol de Alejandro. Un personaje roomántico y soñador, que busca siempre esa historia de amor similar a la que ve en las películas.

Absurda y desopilante, «Rebobinado» es entretenimiento puro, sobre todo para aquellos adoradores de los viajes en el tiempo y la ciencia ficción. Una especie de «Ciencia Loca», aquel clásico de los 80, dirigida por John Hughes pero con toque argento. Una comedia cuyo principal objetivo es pasar un buen rato y lo cumple con creces.

PUNTAJE: 75/100.