Ready Player One: Comienza el juego

Crítica de Laureano Manson - MDZ Online

En un contexto como el del cine de entretenimiento actual, despachado a puro revoltijo de pirotecnia visual y vacío emocional, el retorno de Steven Spielberg al gran espectáculo de aventuras es motivo de celebración. El experimentado artesano de Hollywood lleva más de 40 años entreteniendo con nobleza humana y cinematográfica. Desde la década del '70 hasta aquí, es uno de los pocos hacedores de hitos de taquilla que comprendió la importancia de la tecnología en el cine de alto presupuesto, pero siempre disponiendo su arsenal de efectos especiales al servicio de un relato tan cristalino como clásico.

En esta oportunidad, el mago de la diversión nos lleva al 2045, en un mundo que deambula entre el hacinamiento y el escape hacia la realidad virtual. En ese limbo, se desata la competitiva búsqueda de tres llaves que el propietario de OASIS (Mark Rylance), ha dejado como claves para alzarse con las acciones de su empresa. Un joven huérfano (Tye Sheridan) y una chica tan valiente como decidida (Olivia Cooke), usarán con admirable destreza sus avatares para alzarse con el botín. Pero claro, hay un poderoso enemigo corporativo (Ben Mendelsohn) , que comanda un numeroso ejercito de jugadores; y que tiene por objetivo triunfar en el desafío para luego ejercer su dominio absoluto sobre la gente.

Spielberg alterna de manera tan magistral como orgánica, los saltos entre lo que sucede en la vida real y en el juego virtual. Como en otros films clave de su factoría, hace que lo imposible adquiera un viso de verosimilitud. En cuestión de minutos, el realizador logra la inmersión absoluta del espectador, trazando patrones de adrenalina que atraviesan a dos generaciones. Para los espectadores que crecimos consumiendo piezas de iconografía cultural de los '80, hay momentos en que acompañamos con toda complicidad, a los personajes sumergidos en los pasillos del hotel de El Resplandor; o sorteando un ataque del legendario muñeco Chucky. Para el público nueva generación, Ready Player One dispone una catarata de efectos de última tecnología, que invita a navegar un vertiginoso espectáculo; con el plus de esa sensibilidad old school que tantos directores recientes pretenden imitar.

En términos generales, es cierto que algunas escenas se extienden por demás, y la batería de citas musicales ochentosas, que va de Tears for Fears a New Order, pasando por Van Halen y Twisted Sister; no funciona tan bien en la película como en la novela original de Ernest Cline. Pero Spielberg muestra su pulso intacto a la hora combinar momentos de crispada adrenalina, con pasajes de calidez intimista.

Para aquellos que sostienen que Ready Player One podría postular un discurso más profundo sobre las horas de nuestras vidas dedicadas al mundo virtual, es bueno destacar que el gran maestro del entretenimiento nunca fue cultor de ese cine en el que los temas se abordan con la sofisticación de la lectura entre líneas. Sus películas no sugieren o elucubran, sino que dicen y muestran sin medias tintas ni .ambigüedades.

Con algunos pilares narrativos clásicos en su filmografía, entre los que se destacan los personajes centrales huérfanos y la glorificación de la amistad como el vínculo más poderoso en la humanidad, Spielberg actualiza su legado cinematográfico con una fervorosa defensa del movimiento feminista Time's Up; que aquí se manifiesta a pleno con el rol protagónico que juega en esta historia el personaje de Olivia Cooke. En alguna entrevista reciente con el diario The Sun, el director afirmó que en un futuro inminente será una mujer quien esté al frente de la saga de Indiana Jones. Una vuelta de tuerca que no tiene que ver con una movida oportunista, sino con la eterna nobleza y sensibilidad con que ha labrado cada imagen de una carrera tan enorme como injustamente subvalorada.

Ready Player One / Estados Unidos / 2017 / 140 minutos / Apta para mayores de 13 años / Dirección: Steven Spielberg / Con: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Mary Rylance, Lena Waithe, T. J. Miller.