Raya y el último dragón

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Una gran producción de Disney Animation, con protagonistas femeninas adultas, cuestiones de convivencia y adaptación, cultura oriental,  y un despliegue visual impresionante. Dirigida por Don Hall (Moana) y Carlos López Estrada, de los mismos productores de Zootopia, con libro de Qui Nguyen y Adele Lim es una película dedicada al público global, con acento en el sudeste asiático. Un lugar de ensueño con colores entre azulados, verdes y violetas, un reino con problemas porque perdieron a sus dragones protectores y solo les queda una piedra mágica que usada en conjunto puede obrar milagros. Pero el sueño del arreglo pacífico que falla y comienza la aventura. Dos heroínas adultas se enfrentan: la del título y Namaary, en un acción al estilo de Indiana Jones, con una amenaza que convierte en piedra a quien toca, que es nebulosa amatista con rulos negros. Pasan los años y las heroínas vuelven a enfrentarse con sus aliados. Raya con un mágico animal y  y un variopinto grupo, Namaary con sus gatos inquietantes y gigantes. Momentos de lugares comunes no faltan pero el dinamismo gana y la animación es atractiva, colorida y envolvente. Los dragones tienen algo de los ponis pero sobresalen por su belleza. Ideal para un plan familiar que disfrutara muy especialmente la visión en una sala de cine.