Rápidos y furiosos X

Crítica de Roma Tosi - Loco x el Cine

¿Se puede ver la décima entrega de la saga Rápidos y Furiosos sin haber visto las anteriores? ¿Y si no entendés nada de autos y lo único que sabés manejar es la bici? ¿Vale la pena destinar más de dos horas de tu vida para ver esta peli? Vamos por partes. La última pregunta no tiene una única respuesta válida para todo el mundo, campeona. Pero sobre las otras dos se pueden decir algunas cosas.

Hay un grupo de personas muy fierreras lideradas por Dominic Toretto (Vin Diesel —apellido sobre el que no voy a hacer ningún chiste porque llegaría nueve películas tarde—) que tienen una “misión” que les fue encargada por la Agencia (algún tipo de organismo para-estatal bastante turbio). La “familia” Toretto (porque sí, tienen esa cosa latina que un poco nos engancha) se mueve en esa línea entre lo legal y lo ilegal.

En algún momento nos reponen con nostalgia que arrancaron con el negocio de las picadas clandestinas y los robos. Y aquí están ahora, moviéndose de Los Ángeles a Roma, Portugal, Río de Janeiro y la Antártida, poniendo a prueba habilidades que desafían las leyes de la física (cosa que también se repone como gesto irónico en los parlamentos de los personajes).

Entonces, entender, se entiende. Captás los chistes y las ironías porque la trama no tiene en sí mucha complejidad. Tal vez no te emocionás tanto ante la aparición de algún personaje puntual de las entregas anteriores porque no conocés su historia. Tampoco te emocionás con las escenas de padre e hijo, los recuerdos dolorosos o la apertura emocional de algún personaje porque… bueno, tampoco es que esté hecha para eso.

Sin embargo, la acción pura y dura es muy disfrutable, incluida esa física R-y-F que no aplica a ningún otro lado; (¿necesitamos que nos digan que son superhéroes para disfrutarla?; yo creo que no). Los colores y los escenarios son súper atractivos —casi tanto como el vestuario de Jason Momoa, quien se suma como el villano estrafalario Dante Reyes—, y por supuesto, el placer de ver destruyéndose coches carísimos (todo un potlatch).

Para descansar la cabeza un rato, la recomiendo. Y me anoto para ver alguna más cuando lo necesite, como Rápidos y furiosos: 5in control, donde empieza a germinar la venganza de Dante al morir su padre narcotraficante.