Rápidos y furiosos 9

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Hace veinte años, a Vin Diesel, que despuntaba como actor y director con inquietudes, le ofrecieron un papel que resultó ser una verdadera mina de oro: protagonizar una película que reflejaba las carreras clandestinas en la calles de Los Angeles. Dueño de una personalidad muy definida que le hizo ganar millones de admiradores en el mundo y una gran visión para los negocios se transformó en el productor de una franquicia que frente a sus palabras “Esta será la última de la saga” hace prensar que se trata de un buen argumento publicitario. Hay muchos que admiten que ver sus películas son un placer culposo y otros que abiertamente aman estas producciones. Son la mayoría que hace años se transformaron en un público cautivo y fiel que le brinda grandes dividendos al actor y productor. Para unos y otros esta entrega tiene el carácter, de las películas del futuro que Aldous Huxley describió en “Un mundo feliz”, un cine más de sensaciones que de argumento. Y en esta novena entrega menos importa la historia que lo delirante de las situaciones, que acercan a algunas escenas a un film de animación, a las “proezas” tipo Misión Imposible, a imanes que levantan camiones blindados por los aires pero no afectan a los autos de team Dom, y hasta una aventura espacial motorizada absolutamente loca. Por supuesto que la base del personaje de Diesel, con sus conceptos sobre familia, amistad y sus rescates de personas que van por los aires y se salvan por aterrizar en el capot de su auto, harán las delicias de sus fans. En el elenco Michelle Rodriguez, Tyrese Gibson, Ludacris, John Cena y breves apariciones de Charlize Theron, Helen Mirren, Kurt Russell, Cardi B y otros famosos. Mucha acción, muchos efectos visuales y de sonido, un festival para los que solo quieren pasar dos horas veinticinco minutos sin ninguna complicación. Ideal para volver a los cines.