Rambo: Last Blood

Crítica de Keila Ayala - Sin Intervalos

Infinidad de películas tenemos en el tintero con las mismas características que la última entrega de Rambo. Algunas de ellas muy buenas y otras no tanto, ahora ¿dónde colocaremos esta última entrega de la saga?

"Rambo: Last Blood" es una película estadounidense de suspenso y acción dirigida por Adrian Grunberg. Después de haber vivido un infierno, John Rambo se retira a su rancho familiar pero su descanso se ve interrumpido por la desaparición de su nieta tras cruzar la frontera con México. El veterano emprende un peligroso viaje en su búsqueda enfrentándose a uno de los cárteles más despiadados de la zona. Con sed de venganza, deberá cumplir una última misión desplegando de nuevo sus habilidades de combate.

Esta última entrega encabezada por Sylvester Stallone (quien además fue guionista de la misma), se siente un poco rebuscada y carente de sentido. Tiene escenas de lucha extremadamente fantasiosas (muy al estilo Steven Seagal, cabe aclarar), personajes que aparecen solamente para justificar ciertas acciones y un Rambo totalmente ajado y fuera de serie.

Esta película estaba en veremos desde 2008 y la producción pudo ponerse de acuerdo recién en 2010 para grabarla, pero ¿Era realmente necesaria? Definitivamente no. No tiene nada que la destaque ni está a la altura de las anteriores. Muy poco queda de aquel Rambo que vino de Vietnam. Ahora solamente tenemos a un Stallone venido a menos que quiere seguir jugando a la guerra.

Con situaciones forzadas, luchas infinitas, y recursos de dirección muy mal explotados, me atrevo a decir que si no sos un fanático de la saga, no pierdas tiempo.

Por Keila Ayala