Raídos

Crítica de Pachi Laurino - Visión del cine

En Montecarlo (Misiones) Diego Marcone realiza Raídos: documental sobre los tareferos, bello y perturbador al mismo tiempo.
Las condiciones laborales de los tareferos (aquellas personas que cosechan artesanalmente la yerba mate) es uno de los puntos que trata Raídos: el frío con el que se levantan para ir a trabajar, el calor con el que trabajan, el veneno que usan en las plantaciones, con apenas un trapo en sus caras, sueldos bajos y pocas posibilidades de mejora.

Limitaciones y pesares. Marginalidad y pobreza. A merced de los cambios de la naturaleza y de las decisiones empresariales siempre favorables únicamente a sus propios beneficios económicos.

Hay momentos en donde el director nos saca de ese lugar de trabajo y conocemos las casas y las vidas de los tareferos: salidas a los bailes, partidos de fútbol y otros momentos en los que se permiten descansar y disfrutar del ocio.

Desde el pibito que recién empieza en el oficio hasta el más curtido por el sol y la tierra o aquel que quiere y decide seguir estudiando para procurarse otra vida, Marcone decide contarnos sus historias, las de tantos como pueda.

Ese es un logro de Raídos porque nos ofrece la posibilidad de conocer a esos jóvenes, que viven una cruda realidad, desde la intimidad que la cámara ha conseguido imprimir, con sensibilidad y apostando a los detalles, a sus gestos, sus palabras y sus silencios.