Quiero matar a mi jefe

Crítica de Pabela - La Cinerata

¡Ay ay ay! ¿Quién no habrá sufrido alguna vez a un jefe o jefa despreciable? Si estás entre la interminable lista, esta podría ser tu oportunidad. Seth Gordon, ducho en esto de las comedias- quizá con mejores resultados en la pantalla chica que en la grande- ofrece una comedia efectiva, risueña, con bastantes clichés pero no por ello aburrida.
La cosa es simple: tres amigos (Jason Bateman, Charly Day, Jason Sudeikis) se juntan de vez en cuando a comer y terminan siempre hablando de sus penurias con sus respectivos patrones (Kevin Spacey, Jennifer Aniston, Collin Farrell); hasta que como siempre surge la fantasía del eliminarlos de la faz de la tierra de una vez y para siempre. Las humillaciones se van poniendo cada vez peores hasta que la fantasía se vuelve realidad y buscan infructuosamente a un asesino a sueldo teniéndose finalmente que conformar con un asesor del crimen (Jamie Foxx). Pero hacer las cosas por uno mismo cuando no se es criminal es garantía de que todo saldrá mal seguramente y es en donde la comedia, aunque previsible, mejor funciona. Estos tres amigos, que casi podrían llamarse Lou, Larry y Moe, hacen reír más que nada porque son torpes y porque realmente hay química entre ellos. En especial destaca Charly Day cuyo personaje da el infaltable toque del personaje histérico y a la vez hiper torpe del grupo.
No es una comedia que no hayamos visto, no es algo nuevo ni revolucionario pero cumple con lo que promete y otorga un buen rato de hora y media de diversión. Las carcajadas quizá no serán sonoras y continuas para muchos pero difícilmente deje impávidos a los espectadores. Mientras, los jefes de turno se hacen odiar con creces, desesperan aunque quizá Farrell queda un tanto desdibujado y ensombresido ante Aniston y Spacey que se comen el film. Y debo reconocer que Jamie Foxx, muy buen actor pero no de mis favoritos, completa un reparto que realmente se conjuga acertadamente en un género que siempre insisto, no es nada fácil.
Gags conocidos pero bien resueltos, buenas interpretaciones, personajes realmente simpáticos y graciosos, buena química, alguna vuelta de tuerca que se prevee pero funciona, hace de esta comedia una más que merecida opción para ir al cine a divertirse.