Quiero matar a mi jefe

Crítica de Javier Galestok - RosarioCine

Los Inaguantables

La comedia americana desde hace añares va cuesta abajo, todo se repite, se copia, se recicla, deriva en apelar a lo escatológico,a la pronunciación masiva de la palabra pene, de la palabra "pussy", pero todo se sugiere por ejemplo en materia de sexo, en el fondo sigue esta industria mostrando su decadencia de mojigatería, y estupidez suprema. Siempre se dijo se puede mostrar la mayor de las violencias pero ni ahí de tetas o culos, eso si: sobran las escenas de pésimo gusto o dudosa comicidad.
Esta nueva comedia es mas bien negra, que arranca bien, con la presentación de los tres jefes insoportables y feroces (ganan lejos Kevin Spacey y un Colin Farrel desconocido) que solo provocan caos en las existencias de los tres empleados protagonistas (Jason Bateman -el mejor de todos-, y los por momentos insufribles: Jason Sudeikis y Charlie Day), y que sumando deseos de sacárselos de sus vidas, imaginan una pronta confabulación criminal.
Aquí entra en juego, un estupendo Jamie Foxx como un supuesto "liquidador" que aconseja a las víctimas como cruzar asesinatos al estilo "Pacto siniestro" -aquella maravilla clásica de Hitchcock-. Hasta mitad de metraje todo funciona, para después caer en un total desbarrancamiento de guión y se ofrece al espectador más de lo mismo, esa insipidez que hablábamos al inicio de esta crítica y que tienen que ver con la crisis fílmica que abunda hoy por hoy en la industria del cine yanqui.
El director Seth Gordon ya había mostrado una cierta inhabilidad en ese desacierto llamado "Navidad sin los suegros" (2008), y parece que desde entonces lo llaman "Jugo gástrico".