¿Quién mató a Mariano Ferreyra?

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Auténtico representante del docudrama, este film que aúna al documental escenas ficcionadas, cuenta, en principio, con una inteligente factura, tanto en la faz técnica como en la narrativa. Los cineastas Julián Morcillo y Alejandro Rath abordaron con ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? un sangriento y a la vez eminentemente político hecho reciente, con compromiso y buenas armas expresivas. Tratando de apartarse de una exposición convencional y rutinaria, apelaron a personajes de ficción que se entrelazan con los verdaderos protagonistas que tuvo la tragedia ocurrida en octubre de 2010 en Barracas, en una manifestación de trabajadores tercerizados de los ferrocarriles. En esa movilización, una suerte de patota sindical –o más bien asesina, a secas-, desbarató la iniciativa de la peor manera, empleando armas de fuego que terminaron con la vida del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.

La dupla de directores sigue una línea de denuncia similar a la empleada por el periodista y ex compañero de nuestra redacción Diego Rojas, en su revelador libro que lleva el mismo título, quien asimismo participa con su testimonio en imagen. Pero Morcillo y Rath sorprenden, en principio, al convocar como protagonista a otro periodista, el también escritor Martín Caparrós, quien se muestra convincente componiendo al reportero Andrés Oviedo, más allá de ser un rol cercano a su actividad profesional. En esa trama creada especialmente para el film, intervienen más personajes, algunos desarrollados sólo con la voz, como la inconfundible de Enrique Piñeyro como el misterioso jefe de redacción, mientras que otros intérpretes ponen el cuerpo, como Lucía Romano e Iván Moschner, y lo hacen muy bien. Si sumamos ciertos logros visuales, ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?, proporciona un interesante testimonio fílmico-político.