Querido John

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

Una historia de amor suele menosrpreciarse por los finales rosa o porque lo romántico obnubila toda la trama. Pero en este caso, sin ser una película que se destaque por su originalidad, “Querido John” tiene un plus. Es que Lasse Hallström supo jugar con los deseos inconclusos de John y Savannah, que en el medio de un romance de verano encuentran el amor. Pero, claro, las obligaciones militares del muchacho entorpecen la relación. Lo interesante es cómo se muestra ese vínculo, cómo incide la vida interior de cada uno, el entorno amistoso, y el enfoque que se le da a la familia de ambos, especialmente a la de John, a partir de su obsesivo padre (un excelente Richard Jenkins). Es la típica película de amor que antusiasma a los que gustan del género romántico, pero la trama está tan bien llevada, y con matices intensos, que el filme atrapa hasta el final.