¿Qué pasó ayer? Parte 2

Crítica de Ignacio Moretti - Función Agotada

Deja vu

Atención: se revela el final de la película... Who cares?

"Remake, imitación, repetición, falta de originalidad, falta de sorpresa...", palabras y más palabras ¿Desde cuándo la sorpresa es un valor en sí mismo? ¿Acaso las comedias se pueden ver solo una vez? Entendería que sí, porque en la segunda visión pierden el "factor sorpresa" ¿Qué sería del Chavo sin la repetición? ¿Qué sería de Benny Hill sin la repetición?

Todd Phillips vuelve con lo mismo pero esta vez en Bangkok y con varios penes en pantalla. Pero esta insistencia con el esquema de la primera parte no es pereza del realizador, muy por el contrario, hay un regodeo evidente en la repetición, y esa repetición sería obscena solo si no fuera intencional. Los personajes no escapan a esta consciencia, ellos saben que están viviendo un deja vu. A fin de cuentas esta secuela es eso: un deja vu de la primera. Lo primero que hacen los tres protagonistas cuando se dan cuenta que perdieron a un amigo otra vez es revisar en el techo, para ver si la historia, que ya se estaba repitiendo, lo hacía al pie de la letra; pero si bien no estaba ahí, estaba nuevamente en el mismo edificio del que partieron, y el culpable de todo esto sigue siendo el mismo, y aparece un mono en lugar de un tigre, y aparece un viejo minusválido en lugar de un bebé, y aparece Tyson en lugar de Tyson, sin sorpresas y repitiendo la secuencia de fotos finales. El fuerte de la película no es sorprender, desde el principio somos conscientes de lo que sucede y lo que va a suceder pero disfrutamos el cómo. Hay un guiño al espectador, una búsqueda de que este anticipe los momentos y se ría de lo que ve y de lo que recuerda.

Con la frase que abre la película: "volvió a suceder" nos cuenta todo, se nos abre la puerta a la dimensión conocida. Se podría marcar un paralelismo con esa frase y "¡Kevin!" de Mi pobre angelito 2, otro gran deja vu. Cuando Catherine O´Hara (personificando a Kate McCallister) pega el grito sabemos que empieza la película y que la historia se repite. Ese paralelismo caprichoso las equipara en más de un punto, son secuelas que repiten personajes y esquema, pero principalmente son películas que no descubren nada nuevo porque no tienen que hacerlo, porque hasta el momento de filmarlas no estaban agotadas. Lejos quedaron las películas de Macaulay Culkin, pero todavía están muy frescas las de Zack Galifianakis y compañía, todavía funcionan y parecen no tener fin ¿Quién sabe hasta dónde puedan llegar? Quizá tengamos que asistir al casamiento de Alan, y quizás ese casamiento sea en 3D. No lo sabemos, lo único que podemos afirmar es que la idea hoy sigue funcionando, y hoy quisiera que nunca se agote. Todd, lo has hecho de nuevo.