Que 'la cosa' funcione

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Que la cosa funcione es una historia que Woody Allen escribió a comienzos de los años ´70 pero nunca llegó a filmar.
Hace unos años decidió revisarla otra vez y finalmente concretó este viejo proyecto que marca su regreso a Nueva York, luego de filmar sus últimas cuatro películas en Europa.
En esta ocasión el director eligió al comediante Larry David, como su alter ego, para interpretar a un científico pesimista que prácticamente odia a la raza humana.
David además de haber sido uno de los creadores de Seinfeld, fue la principal influencia en esa serie del personaje de George Constanza, interpretado por Jason Alexander, que por momentos esta película trae al recuerdo.
Su personaje, Boris Yellnikoff, es un ser absolutamente desagradable e insoportable, que vive quejándose de todo, como él mismo lo reconoce en ese excelente monólogo inicial, donde David le habla a los espectadores al mejor estilo Alfie.
Un recurso que Allen ya había utilizado en Annie Hall y que probablemente es la escena más graciosa de este estreno.
Comparado con los trabajos recientes que hizo el cineasta como Match Point y El sueño de Cassandra, Que la cosa funcione es un film menor y olvidable, donde Woody acudió una vez más a su clásico personaje neurótico, esta vez interpretado por otro actor, para reciclar temáticas y situaciones que ya vimos en filmes anteriores de él, con las particularidad que en esta ocasión los chistes son realmente malos.
Lo más rescatable del film es el trabajo que presentan Patricia Clarkson y Evan Rachell Wood, quienes son las que más se destacan en el elenco con muy buenas interpretaciones y logran sacarte una sonrisa en un par de escenas.
Larry David repite la misma clase de personaje detestables por la que se hizo conocido con Seinfeld y la serie de HBO, Curb Your Enthusiasm.
La película no es mala, pero la historia de Allen es pobre.
En un artista que cuenta con el récord de nominaciones al Oscar por mejor guión (14 exactamente) cuando la trama no es buena las falencias sobresalen con mayor fuerza.
Sólo para fans acérrimos de Allen.